Previous Page  40 / 60 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 40 / 60 Next Page
Page Background

Neumol Pediatr 2015; 10 (4): 179 - 185

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

181

Las facetas radiológicas de la tuberculosis pulmonar

lóbulos superiores (Figura3). La cavitación es una de las

características de la enfermedad parenquimatosa post primaria,

afectando aproximadamente a un 50% de los pacientes (4,5).

En las imágenes aparece como una cavidad de pared gruesa

e irregular, la que puede disminuir de grosor en la medida que

avanza el tratamiento. La resolución de estas lesiones puede

determinar la presencia de cicatrices (bandas densas) o cambios

enfisematosos (2).

La presencia de un nivel liquido/aire en relación a la

cavidad debe hacer sospechar la presencia de sobreinfección.

En el caso de existir diseminación a través del árbol

traqueobronquial, este se manifestará en la tomografía

computada, como se mencionó antes, por la presencia de

opacidades centrolobulillares con el aspecto de “árbol en brote”.

El compromiso de la vía aérea, se caracteriza por la presencia

de áreas de estenosis bronquial, el cual puede ser observado en

alrededor de 10% a 40% de los pacientes (4).

La afectación pleural es más frecuente en los

casos de tuberculosis primaria y habitualmente está asociado

a compromiso parenquimatoso, siendo el derrame de tipo

complejo, con múltiples septos en su interior.

TUBERCULOSIS CONGÉNITA O CONNATAL

Transmitida por la madre al feto vía transplacentaria

o en canal del parto. Es de destacar que el recién nacido puede

estar asintomático las primeras 2-4 semanas, con radiografía

de tórax normal. Cuando enferma el patrón más habitual es de

tuberculosis miliar (3).

SEGUIMIENTO RADIOLÓGICO DE RESPUESTA AL TRATAMIENTO

Junto a la clínica, es fundamental en niños el

seguimiento radiológico puesto que raramente se dispone de

la respuesta bacteriológica como herramienta de respuesta

favorable. En general la regresión radiológica es lenta e incluso en

los primeros 3 meses de tratamiento pueden progresar debido a

la respuesta de hipersensibilidad que sigue a la infección inicial.

Entre 6 meses a 2 años se demoran en regresar las lesiones en

la radiografía de tórax. Pueden persistir adenopatías, lesiones

cicatriciales o calcificaciones por muchos años (3).

CASOS CLINICOS

CASO 1

TBC pulmonar primaria, con progresión a TBC pulmonar

progresiva.

Escolar, varón, de 14 años, previamente sano, 5 meses antes

del ingreso presenta neumonía adquirida en la comunidad, con

imagen en base de lóbulo superior izquierdo (Figura 1a). Se

maneja en forma ambulatoria y mejora, no se controla radiografía.

Permanece asintomático del punto de vista respiratorio, y se

hospitaliza por cuadro de decaimiento, fiebre y dolor torácico.

La radiografía de tórax al ingreso muestra derrame pleural

(Figura 1b)

Punción pleural: predominio linfomonocítico, cultivo (–), ADA:

58 BK (–). Cultivo a los 30 días (–) No se pudo obtener muestra

de expectoración.

Por adenopatías múltiples se realiza tomografía computada con

contraste (Figura 1c)

No se obtiene confirmación bacteriológica, pero se realiza

ELISPOT que resulta positivo.

Figura 1a.

Radiografía de tórax, proyección frontal y lateral. Se observa

foco de condensación en relación al tercio medio del campo pulmonar

izquierdo, asociado a leve ensanchamiento del hilio izquierdo, de

contorno convexo, sugerente de adenopatias.

Figura 1b.

Radiografía de torax frontal. Se observa extenso derrame

pleural que ocupa los dos tercios inferiores del campo pulmonar

izquierdo