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Neumol Pediatr 2015; 10 (4): 179 - 185

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Las facetas radiológicas de la tuberculosis pulmonar

Complejo primario

La mayoría de los pacientes independientemente de la

presencia de síntomas tienen radiografías patológicas. En ellas

se puede observar la imagen radiológica clásica de adenopatías

hiliares y paratraqueales (Figura 1a). Excepcionalmente

podemos encontrar una imagen en palanqueta que corresponde

al complejo primario de Ghon (lesión pulmonar, linfangitis y

adenopatía hiliar). Habitualmente el lado derecho es el más

afectado (3). En el seguimiento radiológico aproximadamente un

70% de estas se resuelven dentro del primer año. El 20-50%

de los pacientes pueden desarrollar calcificaciones entre los 12

y los 24 meses e incluso hasta 4 años después de la infección

primaria.

Desde el punto de vista radaiológico la progresión de

la infección primaria se puede manifestar a través de cuatro

entidades principales (4):

- Enfermedad parenquimatosa

- Compromiso adenopático

- Enfermedad miliar

- Compromiso pleural

Enfermedad parenquimatosa o tuberculosis pulmonar

progresiva

El compromiso parenquimatoso se manifiesta

radiológicamente, por la presencia de un foco de condensación

uni o multifocal, habitualmente homogéneo, en cualquier

lóbulo, aún cuando existe cierto predominio por áreas de mayor

ventilación, como el lóbulo medio, lóbulos inferiores y segmentos

anteriores de los lóbulos superiores (3). Si bien es cierto esta

forma de presentación es indistinguible radiológicamente de una

neumonía bacteriana, la presencia de adenopatías o la falta de

respuesta al tratamiento antibiótico pueden hacer sospechar

la presencia de infección tuberculosa. Puede agregarse

imágenes de necrosis, licuefacción o calcificación dentro de la

consolidación y progresar a un extenso daño pulmonar. Si la

lesión drena a un bronquio aparecerán imágenes cavitadas, más

frecuentes en pacientes inmunocomprometidos (6).

Compromiso adenopático

Como se mencionó previamente las adenopatias están

presentes hasta en un 95% de los niños y un 43% de los adultos

con infección primaria (1). La tomografía computada con medio

de contraste endovenoso, tiene una mayor sensibilidad para la

detección de adenopatías, las que característicamente pueden

presentar un centro hipodenso. Calcificaciones en relación a

estas pueden visualizarse en hasta un 15% de los casos (3).

En ocasiones el compromiso adenopático a nivel hiliar puede

producir compresión bronquial, hallazgo que puede ser mejor

evaluado en la tomografia computada.

La rotura de una adenopatía hacia un bronquio puede

resultar en la diseminación de una carga variable de bacilos hacia

el árbol traquebronquial, lo que resulta en una diseminación

broncógena, con compromiso de más de un lóbulo, y que en

la tomografia computada se manifestara por la presencia de

múltiples opacidades de distribución centro lobulillar, con la

característica apariencia de “árbol en brote” . La coalescencia

de estas opacidades centrolobulillares puede resultar también

en áreas focales de consolidación (Figura 4 a y b).

Enfermedad miliar

La enfermedad miliar causada por diseminación

hematógena del bacilo, tiende a comprometer entre 1% a 7 %, de

los pacientes con todas las formas de tuberculosis. Este tipo de

diseminación es más frecuente en lactantes y niños pequeños,

así como también en ancianos y pacientes inmunodeprimidos (4)

La radiografía de tórax puede ser normal al inicio de los síntomas,

sobre todo cuando el tamaño de los nódulos es muy pequeño.

En general el clásico hallazgo de múltiples pequeños nódulos

de entre 2 a 3 mm de diámetro distribuidos en forma difusa, se

encuentra en alrededor de un 85% de los casos.

La tomografía computada tiene una mayor

sensibilidad para la detección de nódulos de pequeño tamaño,

los que aparecerán como pequeñas opacidades, no calcificadas

distribuidas en forma difusa.

Es importante destacar que el compromiso cerebral en

la tuberculosis miliar es alto, por lo que se debe realizar estudio

imagenológico cerebral en estos pacientes (4,5).

Derrame pleural

La presencia de derrame pleural se ve en

aproximadamente un 25% de los pacientes con tuberculosis

primaria, el que puede resultar de la rotura de una lesión subpleural

en el espacio pleural, diseminación a partir de linfonodos o de

una lesión espinal adyacente (4, 5). El compromiso tuberculoso

pleural es poco frecuente en niños menores de 6 años y raro en

lactantes (4).

El derrame pleural es habitualmente unilateral y la

ecografia puede demostrar la presencia de múltiples septos

en su interior, lo que complica el diagnóstico diferencial con

empiema causado por gérmenes de la comunidad.

TUBERCULOSIS POST PRIMARIA

El compromiso post primario es característico de

adolescentes y pacientes adultos.

Radiológicamente se puede manifestar como:

-

Enfermedad parenquimatosa,

-

Compromiso de la vía aérea

-

Compromiso pleural.

La enfermedad parenquimatosa postprimaria, se

manifiesta por la presencia de opacidades parenquimatosas

mal definidas, con predilección a diferencia del compromiso

primario, por los segmentos apicales y posteriores de los