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Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

2. Cultivo bacteriano de secreción

nasofaríngea-cultivo de esputo

El cultivo de secreción nansofaríngea no proporciona ninguna

información, ya que la presencia de bacterias en la nasofaringe

no es indicativa de infección de la vía aérea inferior, a menos

que se trate de un paciente con fibrosis quística, en quienes

la microbiota a este nivel, se relaciona con los microorganis-

mos encontrados en el sistema respiratorio bajo

(25)

. La misma

interpretación merece el cultivo de esputo en niños, puesto

que la mayoría de muestras en estos pacientes corresponden

a saliva, teniendo en cuenta que la capacidad de expectorar

de los niños es muy baja. Sólo deberían procesarse muestras

que contengan menos de 10 células epiteliales por campo y

más de 25 polimorfonucleares. Es una técnica de baja sensi-

bilidad y especificidad

(33)

.

3. Punción pulmonar

Es un método sensible con alto rendimiento diagnóstico,

con positividad hasta de 79%, pero debido a sus riesgos e

implicaciones éticas, no se realiza de rutina; sólo es aceptable

realizarla en pacientes con neumonía con grave afectación del

estado general, con riesgo de morir y sin diagnóstico causal,

bajo estrictos parámetros de indicación (presencia de conso-

lidación) e idoneidad del médico

(34)

.

4. Detección de antígenos bacterianos

La detección de antígenos bacterianos en orina puede ser útil

como predictor negativo de infección, principalmente en caso

de

S. pneumoniae

en el niño mayor. En muchos pacientes

pierde utilidad en el diagnóstico debido a que el resultado

puede ser positivo en portadores y en los que han recibido

recientemente vacunación antineumocóccica. La detección

de antígeno neumocóccico en líquido pleural tiene, en algu-

nos estudios, una sensibilidad y una especificidad mayor del

90%

(5,35)

. La sensibilidad y especificidad para antígenos de

Haemophilus influenzae

tipo B en suero y orina es de aproxi-

madamente 90%. Al igual que con

S. Pneumoniae

, puede

haber falsos positivos cuando existen otros focos infecciosos

causados por

Haemophilus influenzae

tipo B o cuando el niño

ha recibido vacuna conjugada específica contra esta bacteria

(4)

.

La detección de antígeno soluble de

Legionella

en orina tiene

una sensibilidad del 60 al 90% y especificidad del 99%; está

indicada en brotes epidémicos o en neumonías graves

(25)

.

5. Detección de antígenos virales respiratorios

El enzimoinmunoanálisis (EIA) es la base de las pruebas

rápidas para el diagnóstico de gripe y de virus respiratorio

sincitial (VRS), con una sensibilidad entre el 60 y el 80%, y

una especificidad mayor a 90%. Se basan en la utilización de

anticuerpos monoclonales dirigidos frente a distintos antíge-

nos virales, detectando los virus no viables presentes en la

muestra. Las pruebas de inmunofluorescencia (IF) permiten

obtener resultados rápidos, aunque su principal limitante es

que requiere un microscopio de fluorescencia y personal

entrenado en la observación de este tipo de preparaciones

(36)

.

6. Técnicas moleculares de diagnóstico rápido

Estas técnicas han permitido revaluar el papel de los virus

respiratorios como agentes causales de NAC en el niño. Se

destacan por su sencillez y versatilidad; las pruebas de PCR

multiplex o las basadas en microchips arrays, pueden llegar

a identificar más de 10 patógenos virales en pocas horas,

incrementando significativamente la sensibilidad del diagnós-

tico microbiológico en muestras de sangre o líquido pleural.

En el caso de bacterias como

S. pneumoniae

, diferencian los

distintos serotipos implicados en el desarrollo de la enferme-

dad

(37,38)

.

7. Métodos serológicos

El diagnóstico serológico de los virus respiratorios necesita

generalmente el análisis de sueros pareados (extracción de

dos muestras de suero), la primera en la fase aguda de la

enfermedad y la segunda en la fase de convalecencia. Esto

representa una gran dificultad, ya que muchos de los virus

respiratorios además de ser muy prevalentes, producen re-

infecciones, por lo que en muchos casos no se podrá demos-

trar una verdadera seroconversión ni un aumento significativo

de los títulos de anticuerpos. Su mayor utilidad se da en los

estudios seroepidemiológicos

(25)

.

Aunque se han desarrollado técnicas basadas en la reac-

ción en cadena de la polimerasa (PCR), el diagnóstico sero-

lógico por técnicas de ELISA sigue siendo fundamental, en el

caso de las infecciones por bacterias atípicas (

M. pneumoniae,

C. pneumoniae, C. burnetti

y

L. pneumophila

). En el caso de

M. pneumoniae

la principal limitación del estudio serológico

radica en que en la reinfección no hay respuesta de IgM, sino

una rápida elevación de IgG y que además, la IgM puede

persistir elevada durante meses o años, de modo que en

el niño o en el adulto joven, la detección de IgM puede no

corresponder a una infección reciente

(39)

. En el caso de las

dos especies del nuevo género

Chlamydophila

, compuesto

por

C. pneumoniae

y

C. psittaci

, la microinmunofluorescencia

es la única técnica recomendada en la actualidad para su

diagnóstico sistemático

(40)

.

EVALUACIÓN RADIOLÓGICA

La radiografía de tórax es un elemento de gran ayuda para la

confirmación del diagnóstico de neumonía, pero no es un cri-

terio de certeza. Los dos patrones descritos que predominan

en neumonía son el alveolar y el intersticial. Por el contrario,

su utilidad para una clara diferenciación entre neumonía viral

y bacteriana está muy cuestionada. En un meta-análisis de 13

estudios relevantes encontrados en la literatura con diagnós-

tico etiológico comprobado de neumonía, se escogieron 5

que cumplieron a cabalidad todos los criterios de inclusión

exigidos para el meta-análisis. La radiografía del tórax no mos-

tró precisión para diferenciar neumonía viral de bacteriana

(41)

.

En esta revisión sistemática, el autor recomienda tomar con

precaución los resultados porque los estándares de referencia

para diagnóstico etiológico son poco reproducibles ya que

fueron diferentes en cada uno de los trabajos (detección de

antígenos en sangre o en orina, detección ascendente de an-

ticuerpos a una bacteria específica, hemocultivos o cultivo de

efusión pleural, cultivo de bacterias de lavado broncoalveolar,

punción pulmonar o biopsia).

Se han descrito como signos clásicos de neumonía bac-

Diagnóstico de neumonía adquirida en la comunidad en la población infantil - Libia L.

Neumol Pediatr 2013; 8 (2): 66-73.