

Julio
2009.
Volumen
8
-
N
°
37
13
prácticamente un
90
% corresponde a grados I
a III cuya evolución natural es a la resolución
espontánea. El
8
–
10
% restante corresponde a
reflujos IV o V que habitualmente se acompañan
de serias malformaciones renales y de la
vía urinaria y que suelen ser de diagnóstico
prenatal. Durante muchos años se ha debatido
el rol del reflujo en el desarrollo de cicatriz
renal después de una ITU y hay trabajos
que demuestran que el
50
% de los riñones
con cicatrices no tenían reflujo asociado y
que el
84
% de los riñones con reflujo no
tenían daño renal en el DMSA. Resulta
claro entonces que existen otros factores
de riesgo para el desarrollo de daño renal
como la obstrucción, ITU febriles recurrentes,
retardo en el diagnóstico, disfunciones en el
vaciamiento vesical, tratamiento inapropiado,
reacción inflamatoria del huésped etc.
La incidencia de IRC por reflujo en los registros
del North American Pediatric Trial and
Collaborative Studies (NAPRTCS) es de un
8
%,
aunque muchos de estos pacientes tienen
riñones con alteraciones congénitas, por lo
que la causa no está directamente relacionada
al reflujo vésico-ureteral. En Chile, la última
encuesta de Enfermedad Renal Crónica (ERC)
en el niño, efectuada en el año
2007
por la
Rama de Nefrología Infantil de la Sociedad
Chilena de Pediatría, mostró que en un universo
de
650
pacientes, un
9
% correspondía a RVU
y Pielonefritis, un
19
% a Uropatía Obstructiva
y un
25
% a Hipo-displasias renales.
IMÁGENES DISPONIBLES PARA ESTUDIO DE ITU
Ultrasonografía Renal y Vesical
Define forma, tamaño, ecogenicidad y la presencia
de dilataciones. Puede describir también el
volumen vesical, grosor de las paredes de
la vejiga, presencia de cálculos y patología
adyacente (colecciones). Su desventaja es la
pobre detección de defectos del parénquima
y RVU. Dilataciones pueden apreciarse en
2-5
% de niños con su primer episodio
de Pielonefritis Aguda, esta puede ser
fácilmente identificable por eco.
En una serie de niños con su primera ITU febril
presentaban
88
% de ecotomografías normales,
11,5
% dilatación de vías urinarias y
0,3
% de
nefrolitiasis, y los autores sugieren que un
examen de ultrasonografía desarrollado al
tiempo de primer episodio de ITU, tendría valor
limitado.
Tecnecio
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Ácido Dimercaptosuccínico Scan
(Tc-DMSA)
Otorga diferente información, si se usa
precozmente o en forma tardía al episodio
de ITU, y puede ser de ayuda en confirmar
el diagnóstico clínico de PNA. Realizado 6
meses con posterioridad a la ITU puede definir
pérdida permanente de parénquima renal.
Es más sensible que ultrasonografía en el
diagnóstico de PNA. Resultados de Tc-DMSA
fueron concordantes con
81
% de riñones con
PNA. Tc-DMSA normal durante o posterior
a
2
meses de PNA indica un bajo riesgo de
presentar anormalidades del tracto urinario.
Uretrocistografía Miccional
Da información respecto a la presencia y grado
de reflujo vésico-ureteral (RVU), la vejiga y uretra.
Renografía con Mercapto-acetyl triglicina
(MAG3)
Visualiza el paso del trazador a través del tracto