

abril
2018.
Volumen
17
-
N
°
72
18
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
0
2
4
6
5,2 5,3
13,5
10,7
10
12
14
16
18
20
8
Tasa casos clínicos S. Enteritidis por
100.000
Figura
2
:
Tasa de casos clínicos de infecciones asociadas a
Salmonella
serotipo Enteritidis en Chile
1998-1999
y
2005-2010
(sin datos disponibles para años
2000-2004
). Fuente: Departamento de Epidemiología del MINSAL y proyecciones de población
del INE.
Salmonella
spp.
como parte de su microbiota
intestinal, eliminando el microorganismo de forma
intermitente a través de sus heces.
El mecanismo de transmisión es el consumo de
agua o alimentos contaminados. Durante las
épocas de calor, al aumentar en el verano el
consumo de la ingesta de productos poco cocidos
o elaborados con huevo (helados, mayonesas,
etc.) aumenta la incidencia de esta patología,
que en ocasiones se presenta en brotes de grupos
más o menos amplios de personas.
(2)
Desde la
década de los
50
en Europa y
60
en EE. UU., se
han reportado casos de infecciones humanas
asociadas a tortugas adquiridas como mascotas.
Aproximadamente 6% de las salmonelosis en
EE. UU., son adquiridas por contacto directo o
indirecto con reptiles.
(6)
Como enfermedad emergente, y siendo la
Salmonellas spp
, el principal agente asociado a
enfermedades trasmitidas por alimentos (
8-9-10
)
conviene revisar los datos epidemiológicos de
la infección por
S. Enteritidis
, que constituye la
serovariedad más prevalente en nuestro país.
Los casos de
S. enteritidis
aparecieron en forma
dramática en
1994
en el norte del país con cifras
que implicaban un
3.000
% de aumento sobre los
esporádicos casos registrados históricamente. Las
cifras aumentaron desde un promedio de
0,35
casos por
100.000
habitantes observados entre
1990
y
1993
, a valores superiores a
3
casos
por
100.000
habitantes en
1994
y sobre
5
por
100.000
en
1998
. Esta epidemia se extendió
progresivamente hacia el resto del país,
abarcando más de
80
% de los Servicios de Salud
del país en
1998
, lo que contrasta con el
19
%
involucrado en
1994
. Sin embargo, no fue sino
hasta
1998
cuando la opinión pública tuvo un
claro conocimiento de este nuevo agente al
conocer, a través de los medios de prensa, la
existencia de brotes alimentarios asociados a
banquetes y que afectaron a cientos de personas
en la Región Metropolitana
(1)
. Con los datos
presentados por el ISP para el año
2010
(
1.826
casos), se puede estimar una tasa de
10,7
casos
por
100.000
habitantes para ese año, lo que
significa que actualmente el problema es el doble
que hace una década
(ver figura
2
)
.
(4)