

Alfredo Commentz poseía el mismo anhelo de
ayudar a la infancia desvalida y no considerada
de nuestro país y por ello se puso en marcha la
construcción, en el Barrio Recoleta, del primer
Dispensario de Niños de la Capital, el cual
llamaron De la Divina Inmaculada Concepción.
En este establecimiento, se desempeñó como
Médico Jefe y único médico. Hasta aquí llegaban
niños de toda la provincia, que no tenían
acceso a establecimientos de Medicina Infantil.
Este dispensario comenzó a crecer y llegó
a tener una espléndida botica. Un tiempo
después, llegó un cirujano infantil, lo que
propició el desarrollo de ésta área en el
Dispensario e hizo evidente la necesidad de
crear un establecimiento hospitalario, donde se
tratara más íntegramente la salud del niño y
se le brindara un cuidado que hasta el
momento, era desconocido en la sociedad.
A su vez, el Dr. Commentz reemplaza en diversas
oportunidades al Dr. Roberto Del Río, como
Profesor de Clínica de Enfermedades del Niño,
en la Escuela de Medicina. En colaboración con
este Doctor, publicó artículos sobre la
mortalidad infantil, que azotaba a nuestro
país a principios del siglo XX, incluyendo
medidas para combatir y subsanar este mal.
En
1912
, es nombrado por la Junta de
Beneficencia, Médico-Jefe del Hospital Manuel
Arriarán, hospital que inicia su construcción este
mismo año, gracias al aporte de los grandes
filántropos de la época, entre los cuales destaca
Germán Riesco (Ex Presidente de la República
entre
1901
y
1906
), Ismael Valdés Valdés y Don
Manuel Arriarán junto con sus hermanas. Estas
fortunas fueron las que hicieron posible construir
el Hospital que pasó a ser el Hospital de Niños
más moderno de toda Sudamérica, hecho que no
pasó desapercibido por la prensa de la época y
que destacó extensamente. Este Hospital estaba
implementado con instrumental traído desde
Alemania, contaba con enormes pabellones de
Cirugía, Medicina e Infecciosos separados de
los demás. Era tan moderno para su época
que poseía calefacción central, agua caliente,
cocina y lavandería, además, contaba con un
inmenso parque que incluía extensas áreas
verdes para el esparcimiento de los niños.
En el Hospital de Niños, para oponerse a
los estragos de la muerte en la infancia,
el Dr. Commentz se encarga de divulgar
conocimientos higiénicos, elementales para la
crianza del niño, pues la ignorancia popular
era otra gran causa de mortalidad infantil;
implementó la Gota de Leche (protección a
la infancia de primera edad); y crea lecherías
en el fondo del parque, donde él mismo se
encargaba de realizar estudios rigurosos de la
calidad y composición de este alimento.
El Doctor Commentz, estudió en las principales
Cátedras de Pediatría y siguió en comunicación
a través de cartas con todos sus maestros. En una
de éstas, un profesor le cuenta a Commentz, de
qué manera él en su clínica preparaba al personal
de religiosas para el cuidado de los niños. Esta
idea lo entusiasmó mucho, por lo que hizo venir
desde Alemania a un grupo de ocho monjas
con importantes conocimientos de Enfermería,
las que hicieron una valiosa labor gracias a
sus conocimientos de Enfermería infantil.
A pesar de que su vida giraba en torno a su
actividad médica, jamás dejó de lado a su
familia; en su casa tenía una vida hogareña
fantástica tanto con su señora como con sus
seis hijos. Al llegar a su hogar se desvinculaba
de su trabajo para brindarle amor y atención
a su familia. En los veranos demostraba ser
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