91 Otros con su propio poder construyeron naves energéticas que les permitieron traspasar universos y el tiempo. Llegamos a la Tierra y nos repartimos por distintas regiones. También en la Tierra había seres humanos, habían sido sembrados igual que nosotros, pero en tiempos muy posteriores y con otras capacidades, tenían todo, pero debían despertarlo con y desde el Amor a través de la entrega y el servicio, entonces cada Ser despertaría. Faltaba mucho tiempo, eran tan inocentes. Y llegaron las naves, solo se permitió bajar a algunos y los demás quedarían en el No Tiempo, en espera que el hombre llegara a despertar. Supe que con mis compañeros habíamos llegado en aquel tiempo, con los códigos que fueron entregados, en nuestro ADN. Los primeros que bajaron se unieron a los humanos de la tierra y nacieron los primeros hijos de las estrellas y de la tierra. Usaron la tecnología que traían para crear lugares similares a los que tenían, pero con el tiempo ésta se fue olvidando. Sólo algunos guardianes en ciudades subterráneas mantienen la información. Estas ciudades son energéticas no materiales. “Ahora al llegar el tiempo del Gran Cambio (Pachacútec), después de haber encarnado muchas veces, recordando fragmentos en Valle Sagrado en Cuzco, en sueños de Egipto o en Venecia, supe que mi primera vida fue en el Antiguo Universo y estoy feliz de haber acudido al llamado en estas montañas.” Ese día luego de la historia, camine a la bendición de la Iniciación de la Energía femenina. Junto a los Q’ero y con María Apaza hacemos la ofrenda, se bendice la misha. Entonces comienzan los rayos y truenos, llueve copiosamente pero no me mojo, la tormenta es fuerte pero no me asusto. Yo estaba sentada y segundos después de cada trueno comenzaban a temblar mis piernas y después de cada rayo caído yo volvía a temblar hasta que todo mi cuerpo vibraba, se sentía energizado y me recorría una luz muy intensa. Abrí los ojos y mis compañeros me miraban tan asombrados como yo. Sabía que era una activación que no podía explicar. Mi alma se alegró porque recuperé los códigos de amor. Aunque en ese momento no era consciente de cuáles eran. Unos meses después, releyendo esta historia, que primero escribí en manuscrito, me llegaron los códigos. La “Palabra” es Sagrada El Lenguaje es Poder El Amor es la Fuerza Más poderosa del Universo. Aún falta que muchos despierten, pero cada vez están llegando a la tierra los niños de luz, distintos, “neurodivergentes”, “alérgicos” y tantos con tantas capacidades, a los que nuestra misión es proteger y guiar en el camino de Amor y Servicio. Entiendo porque Yo Soy Pediatra. Día 3: Sanado la energía masculina en Apu Tilca. Llegar a este día no fue fácil, primero porque la noche anterior estuvo lloviendo a cántaros, y los caminos estaban con barro, con posibilidad de no poder subir dado lo empinado de la geografía. Pero nos dijimos, todo es posible y se abrirán los caminos, en eso ya se habían disgustado los organizadores, uno quería subir y el otro se oponía, finalmente salió el sol y subimos allá a la hora que se había programado. Siempre en cada lugar al que llegábamos nos enseñaron que primero había que presentarse, saludar, pedir permiso y con respeto caminar por el lugar. Eso hicimos. Luego subimos al empinado templo, también tan antiguo o más que el otro, unas altas murallas rocosas como farellones, que pensé nunca los alcanzaríamos. En eso, mientras subía por el escarpado sendero, casi de nariz al terreno por lo empinado, realicé mi acostumbrada meditación en acción, haciendo la activación pineal del 1-2-3 (ese es otro capítulo en mi camino…), y al decir mi atención está en la Fuente, me doy cuenta que estamos inmersos en ella, en la Madre Tierra y somos la Tierra, tenemos todos sus elementos, somos Uno con ella, y luego recuerdo la historia del Cóndor, que me lleva a las estrellas, me siento que sí, somos parte de todo y siempre estamos en la Fuente. Mientras seguía subiendo, comencé a agradecer por la fuerza que me sostenía y ahí también como un rayo, se me ilumina la comprensión que mi fuerza, la que yo creía era de mi fuerza de mujer, que sola había avanzado luego de quedar sin mi esposo, y que todo era yo y yo, la fuerza de las mujeres. Pero ahí mismo me llega la certeza y aparecen todos los hombres que hicieron posible que yo existiera, desde mi padre, abuelos bisabuelos, etc.,
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