Ráfagas de Cultura y Arte

55 LA MUJER EN LA HISTORIA DE LA PEDIATRÍA EN CHILE La Casa de Huérfanos es uno de los grandes hitos de la salud infantojuvenil que se establece en Chile. Igual que el hospital de Florencia, tenía una rueda donde se recibían a los expósitos, con una inscripción del salmo 26 de la Biblia en latín que rezaba “mi padre y mi madre me abandonaron, la gracia del señor me ha protegido”; en 1626, el Alférez General Diego Jaraquemada, alcalde, encarga a Isabel Benítez su creación. En 1698 el Gobernador Tomás Marín de Poveda apoyó a Margarita Briones para formar un Monasterio de Carmelitas, pero como había muchas congregaciones religiosas finalmente la iniciativa derivó en la creación de un colegio para niñas huérfanas, que funcionó en forma irregular debido a las frecuentes epidemias que había en esa época. Entre 1758 y 1761, Juan Nicolás de Aguirre y Barrenechea, Marqués de Montepío creó el “Hospicio de pobres, hospital de expósitos, orfandad, vagancia, asistencia de ancianos, recuperación social de protitutas, huérfanos y recogimiento de mujeres arrepentidas”. Funcionó entre las actuales calles de las Agustinas, de la Moneda Vieja (Huérfanos desde entonces), de las Cenizas (San Martín), y del Baratillo (Tucapel Jimenez, ex Manuel Rodríguez). Para poder sostener ésto, Ignacia de Ascendegui consiguió que el cuarto de juego de la lotería se le diera para la mantención de este hospital. En 1831 se demolió y se traspasó la deuda a testamento de Matilde Javiera Salamanca, mujer muy instruida que celebraba grandes tertulias y recibía a los más ilustres pensadores de la época, pero murió sin tener descendencia y legó todos sus bienes a su alma, por lo que fueron administrados por el Obispo hasta que llegó la independencia y O´Higgins hizo traspasar la deuda de funcionamiento a ese erario. Hoy existen otras instituciones encargadas de lo mismo, en mejores condiciones. El 3 de junio de 1771 se creó el Hospital de mujeres San Francisco de Borja, debido a la necesidad de sacar a las mujeres del San Juan de Dios, donde convivían con los hombres en forma muy cercana y sin la cantidad necesaria de enfermeras; así nació el primer hospital de mujeres, con cincuenta camas en tres salas en las dependencias del ex noviciado jesuita. El 8 de marzo de 1782 se efectuó la inauguración formal, con Diego Portales Andía e Irarrázabal como Mayordomo, José Antonio Ríos como el primer médico y José Llenes, como cirujano. Ambos pasaban visita a las seis de la mañana y a las cuatro de la tarde en verano, dos veces al día, y a las siete de la mañana y quince horas en invierno. La primera paciente fue Tomasa Pérez, enferma de chavalongo; la primera enfermera, Petronila Solís y Pascuala Cuevas fue la primera batchillona, como se llamaba a las mujeres encargadas del aseo, cuidado y vigilancia de cada sala. Las primeras parteras fueron Tránsito Muchel y Josefa Orrego, que duraron muy poco en sus cargos: tuvieron pésimos resultados. El Hospital en 1847, se trasladó a nuevo lugar en Alameda de las Delicias, entre Maestranza (actual Portugal) y Camino de Cintura (actual Vicuña Mackenna). A continuación, se menciona algunas grandes mujeres que se relacionaron de alguna forma con la atención médica de los niños. MUJERES EN LA PEDIATRÍA Juana Ross de Edwards (La Serena, 2 agosto 1830 – Valparaíso, 25 junio 1913), progenitora de los fundadores de El Mercurio de Valparaíso y El Mercurio de Santiago, heredó mucho dinero al fallecer su marido y construyó muchos hospitales, entre ellos: Hospital San Agustín de Valparaíso; San Juan de Dios de Valparaíso; Hospicio de Inválidos de Valparaíso; Hospital y Hospicio de Copiapó;

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