Ráfagas de Cultura y Arte

22 ¿IMPUESTOS EN CHILE? ¡NADA NUEVO BAJO EL SOL! Alvaro Méndez Fuentealba “Hay dos cosas seguras en esta vida, la muerte y pagar los impuestos” (Adagio Popular). Si todo tiempo pasado fue mejor, podemos hacernos la pregunta “Desde cuando se pagan impuestos o tributos en este país austral llamado Chile”, se nos viene rápidamente a la memoria El Quinto Real (20% que se pagaba al Estado Español), establecido en 1504 por la Corona de Castilla, ya lo pagaba Don Pedro de Valdivia al Emperador Carlos V. Otro impuesto era el Diezmo, que se pagaba a la Iglesia Católica (10% de los ingresos). La sociedad chilena de la segunda mitad del siglo XVI, no estaba constituida solo por españoles, estaban sus hijos, los criollos, los mestizos, los indios, esclavos negros y una serie de denominaciones de sus mezclas. Los españoles y criollos pagaban tributo en dinero, metales preciosos y otras especies, tanto al Estado como a la Iglesia; recuerden que los Jesuitas reunían el diezmo en sacos de trigo en los graneros que estaban en la actual localidad de Graneros, de la Sexta Región, pero había habitantes que pagaban con trabajo personal En el Chile prehispánico, los Incas ya disponían de un trabajo obligatorio, llamado Mita (en Quechua, mit’a), que ya lo usaban culturas previas como las Moche (150 a 700 d.C.), Sicán (700 a 1.375 d.C.) y Chimú (siglos XII a XV d.C.). Este trabajo obligatorio permitía construir y conservar templos, caminos y puentes. En Europa existía una figura similar llamada Corvea. Luego de la expedición de don Pedro de Valdivia, empresa privada de este y sus socios, además de las consabidas acciones bélicas, en que murieron varios conquistadores, los sobrevivientes, y los refuerzos que llegaban de Perú, comenzaron a envejecer; no eran soldados profesionales, eran vecinos que se unían para combatir en caso necesario, Hacían un documento en que anotaban sus datos personales, escribían una relación de los servicios prestados durante la llamada guerra de Arauco, para solicitar al Gobernador una merced de tierras y una encomienda de indios, para que la trabajaran, dado que se encontraban viejos y enfermos, no existiendo por esos tiempos jubilación. Los terrenos más apetecidos eran los de la ribera del río Itata, cercano y al norte de Concepción (en esos tiempos en la actual ciudad de Penco), por la segunda mitad del siglo XVI, estaba el Gobierno de la Capitanía General de Chile, con el Gobernador y Real Audiencia desde 1565 a 1573 capital del Reino de Chile; además contaba con puerto en la bahía de Concepción, que permitía recibir refuerzos o evacuar en caso de emergencia, por vía marítima. En Mérida, España, los generales romanos, en vista de sus méritos, eran recompensados con una villa en dicha localidad, por el emperador romano, lo que recuerda mucho a esta situación, al ser el Derecho Español fundado en el Derecho Romano. Se supone que las mercedes de tierra eran terrenos del Rey de España, que se otorgaban por el tiempo de vida que le restaba al vecino beneficiado, unos 30 o 50 años, o por unas dos o tres generaciones, pero al fallecer el conquistador, la familia presentaba recursos legales manifestando que era viuda desvalida de un servidor al imperio, y que la familia ocupaba esos terrenos desde tiempos ancestrales. TASA DE SANTILLAN. Por acusaciones de malos tratos a indios de clérigos e intelectuales, durante el Gobierno de García Hurtado de Mendoza, son redactadas las Tasas de Santillán, por el letrado Hernando de Santillán y Figueroa, que acompañaba a García Hurtado de Mendoza en su expedición. “Solamente los hombres adultos entre 18 y 50 años tenían la obligación de asistir como mano de trabajo, exceptuando así a las mujeres, menores de 18 años y mayores de 50 años”. (https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3article-100849.html) “Para faenas agrícolas, los caciques debían enviar uno de cada cinco indios, en cambio para faenas mineras, uno de cada seis. Para incentivar la introducción a la economía colonial entre los indios que trabajaban en minas, se les concedía la sexta parte de los metales extraídos, particularmente el oro, lo que se conocía como el sesmo”. (https://www. memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-100849. html)

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