Ráfagas de Cultura y Arte

105 Chile tiene una longitud aproximada de 4.300 Kms y ancho promedio de 180 Kms. Las características geográficas y el patrón climático, dado por las diferencias altitudinales y latitudinales, son un escenario propicio para que se expresen diversos ecosistemas. Estos magníficos lugares son el hábitat de aves endémicas, como también destino para muchas aves migratorias. En este capítulo trataré de mostrar mi experiencia en avistamiento y fotografía de aves. Espero entusiasmar a más de algún lector a aventurarse en esta práctica tan gratificante. ¿Mito o realidad? Seguramente habrán escuchado decir que esta práctica requiere de un equipo costoso, que se requiere de mucha paciencia y que es para personas que disfrutan la soledad. Voy a tratar de aclarar algunos de estos mitos. Idealmente se requiere de un equipo fotográfico con un buen teleobjetivo que pueda permitir una captura sin necesidad de acercarse mucho al ave. Esto con el fin de no invadir mucho su territorio y no alterar las rutinas de las aves que queremos observar. Es frecuente que, si un ave siente que ya no está en lugar seguro, puede no regresar a ese sitio. Si resulta que está empollando puede que no vuelva y pierda la oportunidad de reproducirse esa temporada. Como ejemplo, en la cuesta las Chilcas a la salida norte de Santiago, acostumbraban a anidar loros y cuando se empezaron a realizar escaladas en los muros de rocas, desaparecieron. Algunos fotógrafos utilizan grabaciones del trino de determinadas aves para acercarlas y poder tomar una fotografía. Eso también altera el comportamiento del ave, ya que generalmente se trata de cantos relacionados con la delimitación de territorios o atraer a la pareja. Puede entonces generar disputas entre los machos. Existe una ética en esta práctica que busca respetar la naturaleza, cuidar el entorno evitando generar cambios en el comportamiento de las aves y en el ecosistema. Entonces, sí. Es necesario un equipo de buena calidad ya sea para fotografiar como para observar aves manteniendo una distancia adecuada. La paciencia es una virtud para muchos. Cultivar esta virtud nunca está de más. En esta actividad, hay que esperar a que el ave se acostumbre a nuestra presencia y se acerque cuando perciba que no hay peligro. Ayuda en ocasiones tener algún tipo de camuflaje. Puede ser ropa de colores ocre y verde, según el lugar dónde nos coloquemos. Muy parecido a los que usan los francotiradores en las guerras. Existen redes de camuflaje con que cubrirnos y pequeñas carpas dónde se puede estar sentado e incluso tener algo de bebida y alimento. Algunos fotógrafos camuflan los teleobjetivos. También sirve el automóvil ya que una vez que el ave se acostumbra a la presencia del vehículo, se acerca sin problemas. Una vez que un ave se posa sobre una rama, volverá a ese lugar en algún momento. Entonces, si logramos verla en un sitio que ofrece una hermosa composición para una fotografía, se aconseja montar nuestro sitio para esperar cómodamente hasta que logremos la captura fotográfica deseada. Puede pasar mucho tiempo para lograr ese objetivo, es entonces cuando podemos aprovechar de disfrutar y meditar, escuchando el trino de aves, viento, aromas de flores y vegetación del entorno. Nuestro silencio es muy necesario y habitualmente, si estamos acompañados la comunicación, se realiza a través de susurros o gestos para no alertar al ave observada. Muchas veces la actividad se realiza en solitario, pero también es frecuente que nos encontremos con otros amantes de esta actividad y se compartan anécdotas al regresar a algún punto de reunión. ¿Dónde podemos observar aves? Las aves pueden observarse en la ciudad, el campo, la cordillera, playa. Especialmente variada es la cantidad de aves que podemos encontrar en humedales. Los humedales son ecosistemas acuáticos que proveen importantes elementos para la vida, FOTOGRAFÍA DE AVES, MI EXPERIENCIA María Eugenia Ávalos Anguita

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