NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA

Neumol Pediatr 2020; 15 (3): 381 - 401 C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 395 Consenso chileno SOCHINEP-SER para el diagnóstico y tratamiento del asma en el escolar ticos expuestos tienen mayor frecuencia de crisis de asma e infecciones respiratorias de la vía aérea inferior. No basta fu- mar fuera de la casa evitando el contacto directo con el niño. Esto no es suficiente ya que se ha demostrado que el contacto con humo de tercera mano (humo que se adhiere a la ropa, cabello, tapiz del automóvil y muebles) también es nocivo (111) . Contaminación del aire El ozono y material particulado pueden aumentar los síntomas de asma y gatillar crisis. Se debe estar atentos a los niveles de calidad del aire y reducir o evitar la actividad física cuando el índice de calidad del aire esté en rango peligroso (111) . Pólenes Evitar el polen por completo puede ser difícil du- rante la época de primavera, pero se pueden tomar algunas medidas para reducir la exposición, como evitar salir al aire libre en días con altos niveles polínicos, especialmente si hay mucho viento, ducharse luego de realizar actividades al aire libre, conducir con ventanas del automóvil cerradas y usar mascarilla en situaciones especiales como cuando es inevita- ble el contacto con altos niveles de este alérgeno (112) . 4) Automonitoreo Las técnicas de automonitoreo son especialmente útiles en los pacientes que subvaloran sus síntomas, como sucede en los adolescentes. Las herramientas de automo- nitoreo más utilizadas son los cuestionarios y la flujometría. Dentro de los cuestionarios, los más utilizados son los que mi- den el control de la enfermedad como el Asthma Control Test (ACT) y el Asthma Control Questionnaire (ACQ) (113,114) . Existen otros cuestionarios como el Composite Asthma Severity Index (CASI) que tiene la capacidad de determinar además el nivel de severidad del asma. Este es un cuestionario considera- do multidimensional ya que no solo incluye la presencia de síntomas sino que también incluye la función pulmonar y la presencia de crisis (115) . Por otro lado la flujometría se puede utilizar para evaluar la respuesta al tratamiento, el nivel de control de la enfermedad y el riesgo de crisis. La guía GINA en la actualidad recomienda su uso solo en pacientes con asma grave y para aquellos con escasa percepción de síntomas (5) . 5) Control médico periódico El control médico periódico es fundamental para el éxito del tratamiento de asma. La frecuencia de las visitas dependerá del control de la enfermedad (5) . En cada visita se debe: a) Preguntar al paciente si tiene alguna duda o preocupa- ción: en esta instancia se debe resolver todas las inquie- tudes y complementar con actividades educativas. En esta tarea participa todo el equipo de salud. b) Evaluar el control de la enfermedad: se debe valorar el nivel de control de los síntomas, la presencia de factores de riesgo, ocurrencia de crisis y si la respuesta al trata- miento fue adecuada. Indagar acerca de la frecuencia del uso de medicamentos de rescate, visitas a servicio de urgencia y/o hospitalización, uso de corticoides sis- témicos e inasistencia escolar. Aplicar cuestionarios de control del asma y evaluar flujometría si el paciente la utiliza. Finalmente se debe chequear la presencia de co- morbilidades. c) Evaluar problemas con el tratamiento: observar la técnica inhalada y corregir si es necesario, evaluar la adherencia al tratamiento de mantención y revisar el plan de acción escrito con el paciente. d) Dejar agendado el próximo control médico: cada cierto tiempo es deseable evaluar la calidad de vida del pacien- te y sus cuidadores, mediante cuestionarios e indicar en forma anual la vacuna antigripal. 6) Plan de acción (Ver ANEXO) Corresponde a un plan de acción escrito, personali- zado para cada paciente y que entrega educación y guía para el automanejo en caso de empeoramiento de los síntomas de asma. Habitualmente se configura con los colores del semá- foro. Zona verde: describe un control adecuado y la indicación en este caso corresponde al uso del tratamiento de mantención. Zona amarilla: describe la pérdida de control, por lo que se debe indicar la conducta a seguir y qué medicamento de res- cate utilizar. Zona roja: indica la presencia de síntomas graves que re- quieren de atención médica inmediata. El uso del plan de acción escrito se ha asociado a una reducción de 70% en la mortalidad por asma y al apli- carlo en conjunto con actividades educativas y control médi- co periódico, reduce en forma significativa la utilización de recursos en salud, el ausentismo escolar y los síntomas de asma, mejorando además la calidad de vida (116) . Debido a esto es que todas las guías internacionales recomiendan que la totalidad de los pacientes con asma reciba un plan de acción, pese a lo cual su indicación en la realidad es de solo un 30% (116) . Dado el alto nivel de evidencia que apoya el uso del plan de acción escrito es que esta Comisión recomienda su uso en todo niño con asma. CONCLUSIONES Se debe sospechar el diagnóstico de asma bronquial en todo escolar con episodios recurrentes de obstrucción bronquial. Esta sospecha debe confirmarse siempre con estudios de función pulmonar e iniciar tan pronto sea posible un tratamiento que permita alcanzar el control de la enfermedad. El tratamiento de elección es el uso de corticoides inhalados permanentes en conjunto con un programa de educación y seguimiento estrecho. Los autores declaran no tener conflictos de interés en relación a esta publicación.

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