NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 359 Neumol Pediatr 2020; 15 (2): 358 - 361 Bioética en tiempos de pandemia COVID-19 Asia y el Caribe; con 12 millones de muertes. Durante la gripe española (1918 - 1920), provocada por el virus de la gripe A del subtipo H1N1; se calcula que murieron al menos 50 millones de personas en todo el mundo (3). La gripe asiática (1957 - 1958), provocada por el virus Influenza A H2N2, dejó alrededor de dos millones de muertos. En 1968 la gripe de Hong Kong, causada por otro virus Influenza H3N2 con un millón de personas fallecidas. El Ebola fué descrito en 1976, pero no es hasta el 2014 y 2016 que se produce la epidemia más extensa, con dos brotes simultáneos en el sur de Sudán y en la República Democrática del Congo. El SARS 2002–2003 coronavirus SARS-CoV, se la considera la primera pandemia del siglo XXI; hubo 774 muertes oficiales y 8.098 infecciones en 29 países de todo el mundo. En el año 2009 la gripe A o H1N1 o gripe porcina, variante de Influenza virus A (subtipo H1N1) se expandió por casi todos los países con una tasa de contagio muy alta, pero letalidad baja; está fué la última vez que la OMS calificó un brote como pandemia antes de la del CoVID-19 (4). El MERS-CoV con un brote inicial en el 2012 tuvo 2.494 casos (el 80% de ellos en Arabia Saudí, que es donde comenzó la enfermedad) en 27 países y 858 muertes, pero han habido algunos rebrotes, como el que sucedió en Corea del Sur en 2015 (5). Desde diciembre del 2019, con la detección de este nuevo virus SARS- CoV-2, varios países decidieron comenzar a tomar medidas preparándose para lo que podría venir. En Chile, el 3 de marzo del 2020 se informa el primer caso confirmado de CoVID-19 (6), desde entonces, la cifra de contagiados y fallecidos sube a diario. Las medidas a nivel país han ido avanzando, llegando a declararse estado de catástrofe y con ello la utilización de fondos para enfrentar la crisis, preparación de lugares para recibir a enfermos, etc. A pesar de todas estas medidas las preguntas son varias y difíciles de contestar: ¿Será esto suficiente? ¿El sistema de salud está listo para enfrentar una pandemia de la mangnitud que estamos viendo en otros países? ¿Cuál será la conducta frente a la falta de ventiladores mecánicos? ¿El personal de salud está preparado psicológicamente para esto? Una de las incógnitas que más nos afecta y siguiendo los principios bioéticos es ¿A quién dar salud? ¿Es justo limitar el acceso a la salud por edad, condiciones físicas, u otras razones clínicas? Es necesario recordar algunas definiciones bioéticas, conociendo que esta ciencia toma importancia inicialmente en el año 1974 con la creación de la “Comision Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos de Investigación Biomédica” en EEUU, así en 1978 se publica el “Informe Belmont”(7), en donde se plantean los tres principios éticos básicos: respeto por las personas, beneficencia y justicia; pero esto sólo involucraba los dilemas éticos de investigación en seres humanos. En 1979 (8), se reformulan estos principios para ser aplicados a la ética asistencial, esto fue realizado por Tom L. Beauchamp, miembro de la Comisión Nacional de EEUU, y James F. Childress, así se publica el libro “Principios de ética biomédica”(9); estableciéndose cuatro principios: no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia. Al hablar de autonomía nos referimos al derecho de una persona a ser respetada, a reconocer sus puntos de vista, elegir y a realizar acciones basadas en valores y creencias personales. Respecto a la autonomía del paciente, obliga a los profesionales a revelar la voluntariedad y a potenciar la participacion del individuo en la toma de decisiones. El principio de no-maleficencia, hace énfasis en la obligación de no infringir daño intencionadamente. Definiciones más específicas se refieren a los interéses físicos y piscológicos como la salud y la vida. Los daños físicos incluyen el dolor, la discapacidad y la muerte. La beneficencia consiste en prevenir el daño, eliminar el daño o hacer el bien a otros. Mientras que la no- maleficencia implica la ausencia de acción, la beneficencia incluye siempre la acción. Una manera más simple hace referencia a los actos de buena voluntad, amabilidad, caridad, altruismo, amor o humanidad. En el ámbito de la medicina se refiere a que antes de realizar un tratamiento a un paciente, estamos obligados a hacer un balance de sus beneficios y riesgos. (10). El término justicia distributiva nos lleva al principio de la distribución imparcial, equitativa y apropiada en la sociedad, determinada por normas justificadas que estructuran los términos de la cooperación social. Sus aspectos incluyen las políticas que asignan beneficios diversos y cargas tales como propiedad, recursos, privilegios y oportunidades. Sobre el principio de justicia en bioética un autor especialmente relevante es Norman Daniels (11), quien entiende que la sociedad tiene la obligación de proteger la igualdad de oportunidades de todos sus miembros. Por eso hay que examinar las implicancias de las acciones que se siguen las instituciones sanitarias, pues han de reformarse si no son capaces de garantizar esa igualdad de oportunidades, que viene potenciada por el acceso igualitario a los cuidados de la salud. (12). Esta pandemia es un desafío bioético para la salud pública de los estados, que como se explicó en los párrafos anteriores, tienen el deber ético de proteger a los ciudadanos del contagio, por lo que se han tomado decisiones que son claves para evitar la propagación de la enfermedad. Por otro lado los ciudadanos están en la obligación moral de obedecer las pautas recomendadas por las autoridades sanitarias, ya que el bien común debe prevalecer sobre los interéses particulares. Klugmann, (13), propone realizar todo un proceso de preparación en la situación de contingencia y define la escasez de recursos y algunas soluciones en el estado de crisis. Se toma de base el documento del departametno de salud de Minnesota (14), en el que se consideran recomendaciones éticas básicas para tomar decisiones en el “triage”, palabra que viene del francés Triage y que tiene la misma etimología que trillar o cribar o separar, de esta manera en el área de la salud, significa clasificar a los pacientes según la necesidad de atención que requiere, lo que es de importancia para armonizar las necesidades de las personas que acuden a un hospital con los recursos disponible de este (15). En la situación de pandemia esto se ha vuelto una situación que se vive cada minuto en los servicios de salud, empleándose para decidir quién ingresa a una cama de cuidados intensivos o quien va a utilizar el ventilador mecánico disponible. Es por esto que se hace necesario mencionar algunos de los items del documento de salud de Minnesota:

RkJQdWJsaXNoZXIy MTYwMjk1