NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
Neumol Pediatr 2019; 14 (1): 12 - 18 C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 16 Infección respiratoria por adenovirus en pediatría: de ayer a hoy CUADRO CLÍNICO DE INFECCIONES RESPIRATORIAS Los adenovirus se asocian generalmente a infecciones respiratorias agudas altas (oculares y faríngeos) en niños y adultos, habiendo cierta preferencia de algunas especies y serotipos por algunas localizaciones. La forma subclínica es posiblemente la presentación más frecuente y conforma un reservorio de virus para el contagio. En niños prevalecen los ADV tipos 1, 2 y 5; se asocian a 3-5% de cuadros febriles; a conjuntivitis aguda folicular con o sin signos respiratorios; a queratoconjuntivitis epidémica (ADV tipo 8) y a síndrome coqueluchoídeo (23). También se asocian a infecciones respiratorias bajas y algunos a diarreas agudas (ADV tipos 40-41). En adultos se describe la neumonía en recintos militares, por los tipos 4 y 7. También se han asociado a otras patologías como miocarditis, invaginación intestinal, cistitis hemorrágica y meningoencefalitis. Las neumopatías por adenovirus en pediatría han sido tema de preocupación y estudio por la gravedad con que se han presentado en Chile y otros países, reflejada en muertes y secuelas. En Chile a fines de la década de los 80 se observó un aumento de la incidencia de hospitalizaciones por neumopatías graves por ADV, lo que se incrementó por la generación de infecciones intrahospitalarias. En numerosos trabajos colaborativos hemos tratado de relacionar el genotipo con la gravedad. Como el tratamiento ha sido sólo de soporte, nuestro objetivo debe ser prevenir la infección, especialmente a nivel intrahospitalario. Si bien el genotipo ADV B7h fue prevalente durante un tiempo, generando síntomas significativamente más severos que los tipos C1 y C2 que habían circulado antes, no pudimos demostrar una significativa mayor virulencia del ADV B7h, por lo que probablemente cualquier tipo de ADV puede considerarse de potencial gravedad (Tabla 4) (16). Por otro lado, la mayor frecuencia de casos graves se ha seguido observando mayoritariamente en infecciones intrahospitalarias, adquiridas en las unidades de cuidado intensivo y particularmente en pacientes con patología previa pulmonar o de otro tipo, que representan población posiblemente inmunodeprimida (18,24). La proposición para casos hospitalizados es hacer diagnóstico precoz mediante la rutinaria IF y aislamiento individual de los casos sospechosos (neumopatía febril), hasta tener resultados de la IF. Debe repetirse la IF sucesivamente hasta contar con tres exámenes positivos para documentar un caso de potencial gravedad, o negativos para plantear el alta (Tabla 5) (16). Podría complementarse el estudio con PCR seriado y/o cuantitativo, para evaluar mejor el pronóstico evolutivo. En casos ambulatorios raramente la infección adquiere gravedad. Incluso los casos de infecciones respiratorias dados de alta, que potencialmente serían excretores medidos por PCR, no generan nuevos enfermos (17). Tabla 4. Evolución clínica en 182 niños menores de 2 años hospitalizados por IRA baja, según genotipo de adenovirus. Santiago, Junio 1988 – Diciembre 1996. (15). p : significancia estadística, NS : no significativo Tabla 5. Marcadores de gravedad de la infección por adenovirus, según la duración de la excreción viral medida por inmunofluorescencia, en 74 niños menores de 2 años hospitalizados por IRAB. (15). Valores expresados en números absolutos. P : significancia estadística, NS : no significativa
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