GLAUCOMA

59 Glaucoma - Tips, consejos y experiencias una placa de rayos X. Además, las sinusitis crónicas, pueden tener síntomas de conjuntivitis crónicas, con escasa o nada de secreción, y que si responde al uso de antibióticos y antiinflamatorios, pero ésta mejoría, solo se mantiene unos días después del tratamiento, por lo que el paciente, volverá refiriendo sentirse de nuevo mal, o peor aún, buscara otro médico, pensando que lo que se le recetó, no fue efectivo. Es muy común ver pacientes que han visitado varios médicos, con una colección de diferentes gotas antialérgicas, antiinflamatorias, antibióticos y lubricantes, incluso, hasta antiglaucomatosos, y que, en realidad, lo que tienen es una sinusitis crónica no diagnosticada8. El dolor de cabeza u ocular que aparece de forma brusca, de tipo pulsátil, con síntomas de baja de visión, y que normalmente, tiene un factor de lo desencadena (sonidos fuertes, olores o luces intensas), nos obliga a pensar principalmente en un cuadro de migrañas, y por lo tanto, podemos indicar antimigrañosos, pero lo correcto es guiar al paciente a un control con el neurólogo9. El paciente que se despierta con dolor ocular por la mañana, con intenso ardor y sensación de cuerpo extraño, y que más bien, los síntomas, van mejorando y disminuyendo a lo largo del día, nos tiene que hacer pensar en una enfermedad de superficie ocular, casi siempre, por mala oclusión palpebral, que, al dejar expuesta, parte de la córnea y la esclera al dormir, el paciente despierta con el malestar de la queratitis o erosiones que puede provocar la exposición de los tejidos, y con el uso de lágrimas artificiales, o el parpadeo consciente, van mejorando. Una prueba tan simple como hacer cerrar los ojos al paciente y ver el cierre incompleto de la hendidura palpebral, o una simple pregunta a la pareja, si el paciente no duerme con los ojos entreabiertos, nos servirá como diagnostico en este problema, más común de lo que podemos pensar10-11. Fig.1. El dolor ocular por Glaucoma de cierre angular, típicamente es un cuadro dramático, de intenso dolor compresivo, con visión borrosa, enrojecimiento, y que, haciendo un buen interrogatorio, podemos descubrir cuadros previos de visión de halos, pesadez o malestar, especialmente al leer o en las horas de poca luz, que se solucionaban solos espontáneamente. Es en este caso, que el interrogatorio nos lleva a pensar en un cuadro de Glaucoma por cierre angular agudo, y el examen físico nos lo confirmará. En caso de encontrar presiones intraoculares muy altas, junto con dolor ocular, debemos también descartar otras causas de Glaucoma inflamatorio (glaucoma uveítico) o glaucomas de ángulo cerrado secundarios (por ejemplo, glaucoma neovascular)12-13. Fig. 2. El Glaucoma de ángulo abierto, aunque llegue con presiones exageradamente altas, normalmente no provoca dolor, debido a que la presión ha subido lentamente a lo largo del tiempo, lo que permitió que el ojo se acostumbre progresivamente al cambio, y, por lo tanto, no provoca este síntoma. Este diagnóstico diferencial es muy importante, ya que es muy común que lleguen pacientes a la consulta, a una segunda opinión por glaucoma, incluso recibiendo tratamiento ya varias semanas, con presiones normales, y sin señales de daño en la cabeza del nervio óptico y las capas de fibras nerviosas, y cuando averiguamos, el paciente solo fue a consulta por dolor de cabeza o dolor ocular, y el médico oftalmólogo, directamente sospecha en glaucoma, a veces incluso con presiones oculares normales, solicitando estudios innecesarios y realizando tratamientos incorrectos, todo debido a una mala semiología de los síntomas que forman el motivo de consulta, por el que acude el paciente. Fig. 3. Figura 1. Figura 2. Paciente con Glaucoma por cierre angular agudo en ojo derecho.

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