GLAUCOMA

190 Glaucoma y Uveitis Síndrome de Posner-Schlossman (SPS). La crisis glaucomatociclítica, o SPS, se presenta típicamente con episodios recurrentes unilaterales de Ciclitis leve con algunos precipitados queráticos finos, ausencia de sinequias y PIO muy elevada en el rango de 40 a 60 mmHg. durante los episodios, que pueden resolver de manera espontánea y/o rápidamente al uso de Corticoterapia tópica. La PIO es normal entre los ataques y el ángulo está abierto6-7. El curso suele ser benigno, pero alrededor del 25% de los pacientes pueden desarrollar daño glaucomatoso, si el número de episodios o la duración de la enfermedad es lo suficientemente prolongado4. En dos estudios recientes, más del 50% de las muestras de humor acuoso de ojos con SPS, fueron positivas para Citomegalovirus (CMV) mediante análisis de reacción en cadena de la polimerasa (PCR)6-8. DIAGNÓSTICO La evaluación gonioscópica del ángulo es esencial para la clasificación y para determinar el tratamiento. Las mejoras recientes en la evaluación clínica del nervio óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina (RNFL), como la oftalmoscopia láser de barrido y la tomografía de coherencia óptica (OCT), y del ángulo, como la biomicroscopia ultrasónica (UBM) y el OCT de segmento anterior, son tan relevantes para el GU como para otros glaucomas. Moore y col. reportaron un engrosamiento sustancial de la CFNR en pacientes con uveítis activa y una CFNR más gruesa de lo esperado en pacientes con GU9, probablemente relacionado con la ruptura de las barreras hemato-retinianas. Una vez que la inflamación mejora, el grosor de la retina disminuye y se puede observar un adelgazamiento de la CFNR10. La detección de cambios glaucomatosos en la CFNR en la uveítis debe realizarse durante los períodos de reposo. La medición de la CFNR puede facilitar la detección de signos de daño antes de que cambie el disco o el campo visual y, por lo tanto, identifica un subgrupo que debería recibir un tratamiento más agresivo. Además, la OCT también se ha convertido en un estándar para confirmar el diagnóstico de edema macular11-12. La UBM es valiosa para evaluar diferentes tipos de glaucoma de ángulo cerrado. Esta técnica tiene actualmente una ventaja sobre el OCT, visualizando el cuerpo ciliar como el ángulo iridocorneal, incluso en presencia de una opacificación corneal. La visualización del cuerpo ciliar es útil para el diagnóstico de hipotonía ocular crónica, que paradójicamente puede ser un desarrollo tardío en pacientes con GU crónico. También es importante evaluar el glaucoma de ángulo cerrado secundario a la rotación anterior del cuerpo ciliar. La OCT de segmento anterior también puede ser útil para evaluar la longitud y la posición de los tubos del dispositivo de drenaje del glaucoma, y su relación con el endotelio corneal, así como para evaluar la ampolla filtrante en ojos sometidos a cirugía de filtración13-14. TRATAMIENTO ANTIINFLAMATORIO El manejo exitoso requiere: el tratamiento simultáneo de la uveítis y la regulación de la PIO. Es necesario un control adecuado de la inflamación, un error es tratar de forma insuficiente la uveítis para evitar la elevación de la PIO inducida por los corticosteroides. Este enfoque conservador puede resultar en daño de la malla trabecular secundaria al proceso inflamatorio. Recordar que el tratamiento etiológico es el principal en etiologías específicas infecciosas, como la queratouveítis herpética3. En algunos casos, controlar la uveítis puede ayudar a reducir la PIO. Los pacientes tratados de forma agresiva con terapia antiinflamatoria tienen una mejor evolución clínica del GU1. Los corticosteroides son el fármaco antiinflamatorio preferido que se utiliza para tratar la uveítis. Es aconsejable comenzar con corticosteroides tópicos potentes como el acetato de prednisolona, pero en casos refractarios pueden ser necesarios corticosteroides perioculares o sistémicos3. En pacientes que responden a corticosteroides, puede ser necesaria la inmunosupresión sistémica con fármacos como ciclosporina, azatioprina, metotrexato o terapia con anticuerpos anti-factor de necrosis tumoral alfa u otros agentes biológicos. En estos casos, se recomienda la coordinación con un especialista en uveítis, reumatólogo o inmunólogo para iniciar o ajustar la terapia inmunomoduladora sistémica2.

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