GLAUCOMA

186 GLAUCOMA Y UVEITIS Dra. Erika Hurtado El glaucoma uveítico (GU) se define, como un aumento de la PIO que provoca la reducción progresiva del anillo neurorretiniano y/o el desarrollo de anomalías glaucomatosas perimétricas típicas en el campo visual, como consecuencia a anomalías morfológicas, celulares y bioquímicas producto de inflamación ocular. Hipertensión ocular uveítica se considera a una PIO de 10 mmHg o más, respecto al valor basal, en ausencia de afectación glaucomatosa del nervio óptico. Los pacientes con uveítis tienen un mayor riesgo de elevación de la presión intraocular (PIO), no sólo debido a la misma enfermedad, sino también, como efecto secundario del uso de corticosteroides1. Los episodios uveíticos recurrentes, los múltiples mecanismos y las complicaciones asociadas con la uveítis hacen que el manejo quirúrgico del GU sea un desafío. El control estricto de la inflamación disminuye las complicaciones, el glaucoma asociado a uveítis es una de las complicaciones más graves de la inflamación intraocular, por su alto riesgo a llevar al paciente a la ceguera. Estos pacientes por lo general son más jóvenes, y los valores de la PIO son más altos, con elevaciones agudas y respuestas variables a los fármacos antiglaucomatosos. El mecanismo del GU es complejo, pueden coexistir diferentes mecanismos (de ángulo abierto y de ángulo cerrado en el mismo paciente). CLASIFICACIÓN Su patogenia puede originarse por alteraciones celulares y bioquímicas del humor acuoso, por presencia de células inflamatorias, proteínas, prostaglandinas, mediadores inflamatorios (citoquinas), agentes tóxicos (radicales libres de oxigeno). Y/O alteraciones morfológicas en el ángulo (glaucoma secundario de ángulo cerrado, Glaucoma secundario de ángulo abierto) y glaucoma de mecanismo combinado2. La clasificación más adecuada del glaucoma uveítico, es la basada en las alteraciones morfológicas de la estructura del ángulo, de este modo el glaucoma uveítico se divide en: glaucoma uveítico secundario de ángulo cerrado y secundario de ángulo abierto, estas a su vez se consideran agudas, subagudas y crónicas. La evaluación gonioscópica del ángulo será esencial para su clasificación y para determinar su tratamiento. Algunos autores han propuesto diferenciar la uveítis hipertensiva y el glaucoma uveítico en función de la ausencia o presencia de daño del nervio óptico3. La uveítis hipertensiva típica, como en el Síndrome de Possner-Schlossman (SPS), puede causar daño glaucomatoso a lo largo del tiempo en relación con el número, la duración y la intensidad de los episodios4.

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