SAVALnet CL

https://www.savalnet.cl/mundo-medico/reportajes/las-sufridas-manos-del-genio.html
15 Febrero 2016

Las sufridas manos del genio

Miguel Ángel padeció de osteoartritis en la última etapa de su vida, sin embargo, el intenso dolor al momento de trabajar no impidió que se convirtiera en uno de los grandes artistas de todos los tiempos.

El Museo dell'Opera del Duomo es reconocido como uno de los espacios dedicados a la conservación de la cultura más importantes de Florencia, hermosa ciudad italiana ubicada en la región de Toscana, al norte de la zona central del país. Entre las numerosas expresiones artísticas que albergan sus muros destaca la Piedad florentina, también llamada Piedad Bandini, del Duomo, de las cuatro figuras o Deposición, obra de Michelangelo Buonarroti, o simplemente Miguel Ángel, célebre arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista, fallecido el 18 de febrero de 1564, a la edad de 88 años.

La escultura, elaborada en Roma entre 1547 y 1553, fue esculpida cuidadosamente en mármol y tiene más de dos metros de altura. Representa el cuerpo de Cristo sostenido por Nicodemo, abrazado por la Virgen María y a la izquierda de ellos, María Magdalena. El rostro de Nicodemo es un autorretrato del autor, sello que resalta en varias de sus creaciones.

En esa época, el talentoso artista estaba muy influido por su profundo pensamiento religioso, lo que seguramente mantuvo a tope su motivación por el trabajo, pese a las molestias que sentía cada vez que golpeaba su cincel. Así al menos se desprende de una investigación publicada por el Journal of the Royal Society of Medicine (doi: 10.1177/0141076816630502) y encabezada por los doctores Davide Lazzeri y Manuel Francisco Castello, ambos especialistas en cirugías plásticas reconstructivas y estéticas de la Clínica Villa Salaria, en Roma; Donatella Lippi, directora del Departamento de Historia de la Medicina en la Universidad de Florencia; y Marco Matucci-Cerinic, experto en reumatología del mismo centro formativo.

A 452 años de su muerte, el estudio asegura que en la etapa final de su vida el artista sufrió osteoartritis crónica en ambas manos. “El diagnóstico ofrece una explicación creíble de la perdida de destreza que sufrió Miguel Ángel cuando era muy mayor y pone de relieve su victoria sobre la enfermedad, ya que siguió trabajando hasta sus últimos días”, comentó el doctor Lazzeri, quien ha dedicado parte importante de su carrera a analizar las obras del talentoso artista. 

La patología, que actualmente afecta al 9,6 por ciento de los hombres y al 18% de las mujeres mayores de 60 años, se habría originado precisamente por el uso excesivo del martillo y del cincel, lo que dejó los dedos de las manos de Michelangelo con protuberancias en las articulaciones distales, deformación que se fue acentuando a medida que envejecía, causando fuertes dolores cuando trabajaba en la Piedad florentina. Según la investigación, los síntomas eran notorios cuando talló a El David, diseñó la basílica de San Pedro y pintó El Juicio Final en la Capilla Sixtina, no obstante, el maestro fue visto martillando hasta seis días antes de su fallecimiento.

“Es de sobra conocido que Miguel Ángel padeció una enfermedad que afectaba sus articulaciones. En el pasado fue algo que se atribuyó a la gota, pero nuestros análisis demuestran que hay que descartar esa hipótesis”, agregó el facultativo. Esto porque no se pudieron detectar muestras de inflamación o evidencia de tofácea, pequeños bultos de cristales de ácido úrico que se forman bajo la piel cuando una persona tiene gota.

En 1552, Miguel Ángel advertía del problema a su sobrino Lionadro di Buonarroto Simmoni, en cartas donde relataba que los dolores que sufría en las manos le causaban “mucho malestar”.

De acuerdo a los científicos, las señas de osteoartritis en las manos del genio italiano se pueden detectar en tres retratos. El primero pintado por Jacopino del Conte en 1535, en donde se ve la mano izquierda de Miguel Ángel con signos aparentes de un padecimiento articular no inflamatorio. El segundo es de 1544, hecho por Daniele Ricciarelli (mejor conocido como Volterra), el cual probablemente es una copia del trabajo de Conte. El tercero, por Pomepo Caccini, fue pintado en 1595, 36 años después de la muerte de Bounarroti, y muestra la mano del artista en una postura similar a la de una garra. En los lienzos, aseguran los médicos, se nota inflamación en la base del pulgar, en sus articulaciones más pequeñas y en el dedo índice, cuyos orígenes no suelen ser por la gota.

Aunque parezca contradictorio, el doctor Davide Lazzeri concluye que el intenso y continuo trabajo creativo pudo haber ayudado a Miguel Ángel a seguir utilizando las manos hasta el momento de su muerte. Una teoría que nos lleva pensar que el arte no es sólo una cura para el espíritu, sino que puede vencer, o al menos calmar, los dolores terrenales.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez

Mundo Médico

Destacado Galería Multimedia

Calendario Laboratorios SAVAL 2024

15 Diciembre 2023

La emblemática iniciativa contó con la participación de Carolina Sartori, Christian "Mono" Lira y Paco León, quienes generosamente co...

Proyecto GUAU: patitas que entregan felicidad

01 Diciembre 2023

Fundación Tregua, con apoyo de Laboratorios SAVAL, dan espacio a esta iniciativa que tiene por objetivo acompañar a niños, tanto hospi...