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Hace dos años, el Hospital San José del Carmen de Copiapó estableció un vínculo de colaboración con el Centro de Rehabilitación Auditiva Infantil (CRAI) del Hospital Dr. Sótero del Río de Santiago, para abordar y derivar a pacientes con hipoacusia profunda detectados en el centro hospitalario regional.

“La doctora Enrica Pittaluga Pierdiluca, médico jefe del CRAI, fue quien nos ayudó con el tema y facilitó el camino a nuestro hospital para ofrecer implantes cocleares a los niños de Copiapó que lo necesitaban”, comentó el doctor Claudio Tapia Cortés, miembro del Servicio de Otorrinolaringología del recinto asistencial y uno de los impulsores de este acercamiento. 

Con el objetivo de revisar conceptos y brindar respuesta a la creciente demanda en relación a la atención integral de niños con pérdidas auditivas y los servicios disponibles en el país para su atención, ambas instituciones desarrollaron en el auditorio principal del Hospital San José del Carmen de Copiapó una Jornada de salud auditiva infantil.

“Quisimos revisar y difundir el modo de trabajo y el enfoque transdisciplinario con que el CRAI enfrenta la detección y rehabilitación de niños con hipoacusia. Nosotros estamos implementando un programa de screening auditivo universal para todos los recién nacidos vivos antes del alta a su domicilio, esto gracias a un trabajo coordinado entre la Maternidad y el Servicio de Otorrinolaringología”, destacó el doctor Tapia, uno de los organizadores del encuentro.

Cuando descartar algún tipo de anormalidad, explicó el especialista, se realiza un examen de potenciales evocados de tronco cerebral (PEATC) –también conocido como BERA (Brainsteam evoked response audiometry), por sus siglas en inglés- que detecta a nivel de tronco si el estímulo provocado en el oído es percibido por el niño. 

“Esto, que pareciera ser complejo, es necesario, porque la evidencia nos muestra que el diagnóstico precoz de sordera va a definir el pronóstico educativo y la integración social de un niño, ya que permite tratar el problema en el período crítico en que se adquiere el lenguaje, entre los tres y cuatro años de edad”. 

Existe un porcentaje de pequeños que tiene factores de riesgo asociados, pero otro grupo importante no estaba siendo abordado eficazmente. “Por eso las exposiciones del grupo CRAI, encabezado por la doctora Pittaluga, fue muy positivo para nuestro equipo, porque nos capacitaron a los otorrinos, pediatras, enfermeras, matronas, fonoaudiólogos, tecnólogos médicos, terapeutas ocupacionales y educadores diferenciales que participamos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento”.

“Me gustaría aprovechar esta instancia para agradecer, en primer lugar, la voluntad de los profesionales de Santiago que viajaron y compartieron sus experiencias con nosotros. Costó coordinar los tiempos, pero finalmente lo logramos y la experiencia fue enriquecedora; y, también, reconocer la disposición y trabajo en equipo de otorrinos, fonoaudiólogos y matronas para sacar adelante el proyecto de screening auditivo universal con los recursos que tenemos. Es un tremendo esfuerzo local que merece ser destacado”, puntualizó el doctor Tapia.