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Los antibióticos, utilizados por primera vez en la década de 1940, constituyen sin duda uno de los grandes avances de la medicina. Pero su uso excesivo ha dado lugar al desarrollo de bacterias que evaden la acción de los antibióticos que antes eran eficaces. Además, el abuso de este fármaco, en situaciones no necesarias o por tiempo prolongado, han provocado en algunos niños reacciones adversas, tales como dolor de estómago y diarrea, entre otros.

En entrevista con SAVALnet, el doctor Cofré, infectólogo del Hospital Luis Calvo Mackenna, profundiza sobre el uso de antibióticos en enfermedades respiratorias, enfatizando el cuándo prescribirlos, a modo de combatir la inminente resistencia antimicrobiana que existe actualmente. 

"La verdad es que la realidad de nuestro medio es un poco diferente a la de otros países, en donde, por lo general, se dan recomendaciones muy apropiadas y muy meditadas. Nuestra intención es que los médicos en Chile utilicen guías proporcionadas para nuestros pacientes y basadas en la realidad del país”.

"Es necesario abrir la mente de los especialistas, que sean reflexivos a la hora de indicar antibióticos. Es importante la constante actualización y el estudio permanente si queremos cambiar los paradigmas actuales", comentó.

- Doctor ¿qué se entiende por resistencia a antimicrobianos en la actualidad?

La resistencia de las bacterias es algo inherente a ellas, existen algunas que por naturaleza siempre lo fueron y otras muy sensibles, pero a medida que se fueron exponiendo a los medicamentos se generó un proceso de adaptación. Hay que pensar que ellas se replican cada 20 minutos y nosotros por lo menos cada 20 años, entonces tienen muchas más posibilidades de adaptarse a la adversidad. Hemos llegado a un estado en que existe un elevado nivel de resistencia en la comunidad y críticamente dentro de los hospitales, que es donde se atienden las afecciones más graves y por ende, donde se hace necesario la utilización de antibióticos especiales, que sean más fuertes y con mayor espectro de acción. Precisamente esa realidad nos ha puesto en situaciones extremas donde no encontramos antibióticos efectivos para tratar ciertas complicaciones,

- Y esta resistencia la atribuye a un exceso de prescripción, o por las capacidades que las bacterias han desarrollado...

Es un efecto inevitable el que tengamos que usar antibióticos para combatir infecciones, pero obviamente mientras más se expone la bacteria, más aumenta el fenómeno de la resistencia. Por otra parte, desgraciadamente los médicos solemos recetar antibióticos en exceso, incluso cuando no lo necesita el enfermo o también pecamos al indicar plazos más prolongados de lo necesario. Hoy en día el médico está muy presionado por el público, me refiero en términos de no fallar, entonces, ante el riesgo de infección, prefiere prescribirlo.

-¿En qué casos está sobrevalorado su uso? ¿existe alguna guía para no abusar?

Una de las misiones de la medicina en la enseñanza de pregrado es que el médico aprenda a usarlos correctamente, el cómo, el cuándo, eso existe, sin embargo en la práctica no se cumple tanto. Creo que donde más conciencia se tiene de ello es en los centros de salud que tienen más cercanía a los centros formadores. Uno ve que en lo ambulatorio hay mucha indicación para el tratamiento de infecciones respiratorias. También ocurre algo- y no lo digo porque yo sea pediatra- pero por ejemplo, en la época de influenza, un niño visita la consulta y se le indica paracetamol y reposo, ya que es algo viral, pero luego, la madre acude al médico de adulto y le recetan antibiótico, con este caso quiero decir que probablemente el comportamiento de los pediatras en ese tema sea un poco más ortodoxo. Existe todo un esfuerzo de la sociedades científicas y del Ministerio de Salud por hacer guías clínicas, educar, etc. Ahora, las guías clínicas uno también las aplica con flexibilidad, porque a veces pueden inducir a cosas innecesarias.

- ¿Y qué tan perjudicial es para el cuerpo la sobre ingesta de este fármaco?

Hace un tiempo se hablaba de la flora microbiana para referirse a las bacterias que uno tenía en el intestino, a nivel gastrogenital y en la piel, hoy eso ha cambiado y se habla de microbiota, utilizado para referirse a toda esta población que tenemos por fuera y dentro del organismo, y que cumplen una función específica, además de participar en la maduración del sistema inmunológico. Entonces, cuando uno utiliza antibióticos tratando de eliminar, por ejemplo, una escherichia coli o una salmonella, a la vez se está eliminando microbiota, elemento fundamental para nuestro cuerpo y hecho que lamentablemente el médico olvida y que la gente desconoce. No es inocuo usar antibióticos. 

- ¿Se hace algo en Chile al respecto?

Hubo algo, se hizo hace mucho tiempo, pero que igual quisiera rescatar en esta entrevista. A principios del siglo XXI, un grupo de infectólogos encabezado por el doctor Luigi Bavestrello, logró legislizar que los antibióticos se vendieran bajo receta médica, y en la actualidad, en la mayoría de las partes se cumple y considero que eso ha sido un gran logro, porque antes se vendían por montones en las feria libres, fue muy celebrado internacionalmente. Sin embargo, aun está pendiente que el médico no prescriba antibiótico cuando no sea estrictamente necesario.

- Y qué haría usted para crear conciencia de ello...

Usaría los medios de comunicación, toda la electrónica, etc. Sería bueno enviar mensajes dirigidos al público, por ejemplo, para evitar las infecciones dentro de los hospitales, se debería generar conciencia para que el público no permitiese que los doctores toquen a los pacientes si no se lavaron las manos previamente. Si uno empodera al paciente, las cosas se hacen bien. También sería bueno exigir que el médico hiciera los exámenes correspondientes antes de recetar antibióticos. Y por último, educar a los niños, que conozcan sobre el lado positivo y negativo del antibiótico, de manera de crear a un paciente con cultura de este medicamento.

Por María Ignacia Meyerholz