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En Chile existe un déficit de 1.700 especialistas, especialmente en Arica, Iquique, Antofagasta, Ovalle, Linares y Aysén, situación que viene preocupando al Colegio Médico y al Ministerio de Salud hace varios años.

A nivel central, por cada 471 habitantes se cuenta con un médico, mientras que en el sector norte la relación es menor, llegando a un médico por cada 837 habitantes, es decir, 43,7 por ciento menos de dotación. 

El pasado 31 de marzo se realizó la inauguración oficial de la carrera de medicina de la Universidad de Tarapacá (UTA), un verdadero hito para la Región de Arica y Parinacota, porque simboliza los múltiples esfuerzos de una zona extrema para brindar solución a los problemas de salud de sus habitantes.

La tarea no fue fácil. Muy bien lo sabe la doctora Andrea Larrazábal Miranda, una de las impulsoras de esta iniciativa y actual directora de la Escuela de Medicina de la UTA, quien ha trabajado arduamente para concretar la formación de la futura primera generación de la carrera.

Tocando diferentes puertas que, finalmente, confiaron en la viabilidad del programa educacional, tanto desde la perspectiva médica y de los beneficios para la salud de los habitantes de la región, así como la rentabilidad económico-social se puso en marcha la iniciativa con los 30 primeros jóvenes alumnos de las ciudades de Arica, Puerto Saavedra, Valparaíso y Punta Arenas. 

La doctora Andrea Larrazábal, formada en la Universidad de Chile y Magíster en nutrición clínica de la Universidad Católica de Chile, conversó con SAVALnet sobre las implicancias y el compromiso social que, actualmente, tiene la Universidad de Tarapacá con la comunidad. 

- Doctora, ¿cuándo nace la necesidad de implementar la carrera de medicina en la Universidad de Tarapacá? 

Desde hace muchos años vimos que era necesario fortalecer la salud pública de la región. Como es sabido, existen médicos en todo Chile, pero las zonas extremas no siempre cuentan con especialistas o con la cantidad necesaria de profesionales. Ahí surge la idea de crear la carrera. Este proyecto nació en el año 2011, desde entonces se fueron destinando los recursos económicos y académicos para concretarlo, hecho que sucedió durante el mes de marzo de 2016.

- ¿De qué manera se fue configurando este ambicioso proyecto?

Muchos jóvenes que querían estudiar medicina debían dejar la región para hacerlo y, muchas veces, no volvían a ejercer acá. Es por eso que pensamos que debíamos hacer algo para que los mejores puntajes de la región no tuvieran que salir de sus hogares, eso disminuiría el impacto de tipo social y económico en el núcleo familiar y nos ayudaría a concentrar nuevo capital humano a la región que, a largo plazo, se transformarán en los formadores de las próximas generaciones. 

- ¿Quiénes fueron las personas responsables de sacar adelante esta iniciativa? 

Como en todo proyecto hay varios responsables. Por un lado está la Universidad de Tarapacá que buscó apoyo en el Gobierno Regional, el Servicio de Salud Arica, el Ministerio de Salud, el Colegio Médico de Chile y su filial regional. 

- ¿Cuáles diría usted que han sido los grandes hitos del proyecto?

Siento que este proyecto ha tenido dos grandes hitos. El primero, la aprobación de los fondos necesarios para iniciar la carrera de medicina por parte del Gobierno Regional; y el segundo el inicio de las clases, que sellan un trabajo de años que esperamos dará excelentes frutos para la región. 

- Tenemos entendido que la Universidad de Santiago jugó un papel muy importante. ¿Nos podría señalar de qué se trató ese rol? 

Efectivamente, firmamos un convenio de colaboración en el que la Universidad de Santiago nos asistiría en la apertura de la carrera en Arica, ayudándonos en la confección de los programas, resolviendo dudas académicas y, lo más importante, formando médicos especialistas que se transformarán en los futuros docentes de nuestra universidad. 

- ¿Cuáles fueron sus motivaciones personales a la hora de querer aportar con su conocimiento como directora de la Escuela de Medicina UTA? 

La verdad es que este proyecto es un gran desafío. No sólo significa dotar a la región de más médicos, sino que también de aportar a la gente de clase media que no tiene acceso a becas o a crédito. Con la apertura de la carrera estamos mejorando, de cierta manera, las condiciones en que estudian los alumnos, porque ya no se tienen que ver obligados a abonador sus hogares, lo que implica una considerable disminución de los costos que significa vivir fuera de la ciudad.

- ¿Cuáles serán los ejes centrales de la formación de los futuros médicos UTA?

Como Escuela de Medicina de la Universidad de Tarapacá nos hemos propuesto entregar una formación académica de excelencia, con una profunda impronta ética y valórica, conociendo y respetando la medicina tradicional del altiplano.

- ¿Qué nos podría comentar sobre el perfil profesional que el médico UTA tendrá?

El sello distintivo del egresado de nuestra universidad se caracterizará porla difusión de su conocimiento médico preventivo a la población de la Región de Arica y Parinacota, siendo un referente ante sus pares formados en la zona norte del país, distinguiéndose por sus habilidades de liderazgo, emprendimiento y constante perfeccionamiento de sus conocimientos, asociado a un adecuado manejo de las herramientas informáticas. Buscamos que el profesional UTA sea responsable, empático y cauteloso, especialmente, en lo que se refiere al cuidado de la privacidad, dignidad y creencias de sus pacientes, comprendiendo la diversidad cultural en la que se encuentra inserto.

- Usted ya lo comentaba, en marzo dieron inicio al año académico. ¿Cuántos jóvenes se matricularon y que significó para ustedes como carrera este hecho? 

Nuestra primera generación de estudiantes de medicina está compuesta por 30 alumnos, de los cuales casi el 50 por ciento son jóvenes de Región de Arica y Parinacota y el resto de diferentes ciudades de Chile como Puerto Saavedra, Valparaíso y Punta Arenas. La inauguración del año académico alude al inicio de la carrera en la zona, el primer paso de un proyecto a largo plazo que beneficiará profundamente la salud pública regional. 

- Por último, ¿qué es lo que usted espera de las futuras generaciones de médicos que se formarán en la UTA? 

Esperamos que puedan contribuir con un granito de arena al déficit de médicos existentes en nuestro país. Nuestro anhelo es que –ojalá- la mayoría se quede trabajando en nuestra región. Esa es nuestra máxima aspiración: lograr motivar a los jóvenes a que permanezcan y aporten con nueva energía a recuperar la salud de la población de la Región de Arica y Parinacota.