Dra. Laura Tupper Satt:
“La unidad de cuidados paliativos es fruto de mucho esfuerzo”
La líder del equipo de trabajo del Hospital Sótero del Río ha estado desde sus inicios en la formación de la Unidad, tiempo que le ha permitido hablar sobre desafíos, proyectos y logros que hoy celebran.
La Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Sótero del Río está conformada por profesionales de diversas áreas: médicos, enfermeras, psicólogos, asistentes sociales, técnicos paramédicos, administrativos y un conductor. Todos ellos entregan un servicio integral cuyo enfoque está dirigido al tratamiento físico, mental y espiritual que ayuda tanto al paciente como a sus familiares a controlar diversos síntomas derivados del dolor.
Precisamente el objetivo de este equipo, liderado por la doctora Laura Tupper, ha sido ayudar, desde sus inicios, a los pacientes con enfermedades graves a sentirse mejor.
“Sabemos que no podemos hacer nada para evitar su sufrimiento, pero podemos estar al lado por si necesitan algo. Nosotros cuidamos al paciente, nos importa brindarle una muerte digna, que puedan fallecer tranquilos y de la manera que ellos hayan elegido”, comentó la especialista en medicina familiar.
En octubre de 2015 la Unidad de Cuidados Paliativos conmemoró por primera vez los 15 años de trabajo del equipo. “Nunca nos habíamos dado espacio para homenajear nuestra labor y sobre todo, distinguir a quienes nos han acompañado desde nuestros inicios, etapa donde todo fue muy difícil”, recordó.
En entrevista con SAVALnet, la doctora Tupper hace un recorrido sobre la trayectoria de la Unidad, los desafíos que hubo que sobrepasar y la actual alegría con la que hoy trabaja el grupo de profesionales.
- Doctora, nunca habían celebrado su aniversario, ¿qué cambió para los 15 años?
Consideramos que era tiempo de festejar formalmente el trabajo que hacemos a diario, pero también la vocación y la alegría de hacer lo que hacemos. Este mundo, el de cuidados paliativos, es un espacio donde aprendemos a celebrar la vida, al mismo tiempo que vemos la muerte. Es una tierra que nos ofrece los frutos maduros de la humanidad, donde podemos observar lo más virtuoso de una persona, de lo que es capaz, y de eso aprendemos a diario, cómo no íbamos a celebrar una labor así.
- Entiendo que en un principio fue muy difícil formar la Unidad…
Más que difícil. Al principio esta unidad estaba formada solo por cinco profesionales, un médico, una enfermera, un asistente social, una psicóloga y un paramédico, ellos tuvieron que enfrentar bastantes dificultades y una de las más difíciles fue posicionar el concepto de cuidados paliativos a nivel hospitalario, luego, el segundo desafío fue conseguir presencia física en el complejo, en ese entonces era algo inimaginable, no había espacio para nada más.
- ¿Y cómo lo hacían en el intertanto?
En ese tiempo se recibían entre tres y 15 pacientes en promedio a la semana, y solo contábamos con tres box, imagina cómo era eso, teníamos que hacer milagros. Por otra parte, nuestra movilización era particular, teníamos que cubrir un radio gigante para poder llegar a ciertos pacientes que necesitaban que nosotros fuéramos hacia ellos, fueron tiempos difíciles.
- Pero finalmente la Unidad se consolida…
Claro, en la medida que creció el número de pacientes que nos visitaba y viendo el beneficio que significaba para ellos, el hospital decidió ir aumentando el equipo, entonces ya contábamos con médico especialista, uno familiar, un psicólogo y dos enfermeras más, y así fuimos creciendo en el Servicio de Salud, recibiendo el apoyo de las autoridades del Hospital, hasta que un día 17 de diciembre del año 2007, por fin pudimos inaugurar nuestra casa propia, y desde entonces este espacio nos ha permitido tratar con calidez y mayor dedicación a nuestros pacientes.
- Una de sus objetivos también ha sido velar por los cuidadores, que muchas veces son familiares de los pacientes…
Es que nosotros no hacemos ninguna distinción, el trabajo con la familia es esencial durante todo este proceso. Nos preocupamos de brindarle atención psicosocial al familiar, sobre todo en esos momentos cuando se siente más afligido o cansado. Los profesionales acompañan y asesoran al cuidador, ofreciéndole apoyo durante todo el proceso de la enfermedad. Además, se le ofrecen distintas terapias de contención emocional, y tras el fallecimiento de su familiar se les invita a una terapia de duelo para vivir de forma más reparadora ese momento.
- Y hoy doctora, ¿qué representa para usted la Unidad de Cuidados Paliativos?
Somos una de las unidades más importantes del país, con alto nivel de pacientes: diez mil 200 pacientes para fines del 2015. Más de 60 profesionales han pasado por nuestro equipo de los cuales 17 nos hemos mantenido. Me enorgullece decir que hemos desarrollado proyectos inclusivos como talleres de voluntariado y arteterapia. En docencia hemos colaborado con la Unidad de Medicina Familiar de la Universidad Católica, además de participar en congresos nacionales e internacionales, pero sin duda lo que más nos enorgullece es la alta satisfacción de nuestros usuarios, tenemos mensualmente entre 1 y 2 felicitaciones, algo que es difícil de ver en otras unidades. Aquí existe bajo ausentismo laboral y fuerte sentido de pertenencia. Esto ha sido fruto del esfuerzo de ser siempre mejores y ponernos constantes desafíos, eso nos define hoy.
Por María Ignacia Meyerholz
