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10 Octubre 2016

Dr. Andrés Llarena Astudillo:

“La oxigenoterapia hiperbárica es más que fisiología humana, es medicina”

Para el anestesista esta innovadora modalidad terapéutica ha logrado un gran desarrollo en el mundo entero, porque entrega variados beneficios en la recuperación de los pacientes con evidencias científicas comprobadas. 

La medicina hiperbárica es una rama muy reciente de la ciencia que estudia la fisiología, fisiopatología y efectos clínicos que experimenta el organismo al someterse a ambientes con presión mayor a la atmosférica, la que puede ser causa de patologías como también ejercer efectos terapéuticos. 

Un especialista en el tema es el doctor Andrés Llarena Astudillo, médico de la Universidad de Concepción que, mientras cursaba su pregrado en la década de los 80’, trabajó como auxiliar técnico de anestesia, “el famoso ATA”, como cuenta, “que si bien nos permitía colaborar en pabellón –en estricto rigor- nos dejaba a cargo de un turno. Mi quinto, sexto y séptimo año de la carrera estuve ejerciendo ese cargo técnico. Gracias a eso, descubrí mi verdadera vocación: la anestesia de urgencia”, señala.

Trabajó en Constitución como médico general de zona, pero finalmente decidió trasladarse junto a su familia a la Región de Valparaíso. “Cuando llegué, me acerqué al Hospital Naval de Viña del Mar, entregué mis antecedentes y al mes me llamaron. Ingresé a la Armada como Oficial Médico en 1992. Reconocí la especialidad y trabajé también durante una década en el Servicio de Urgencia en el Hospital Carlos van Buren de Valparaíso”.

Su aproximación a la medicina hiperbárica se dio en la Marina, “donde existía la necesidad de potenciar la medicina de buceo”. Cursó en Estados Unidos la subespecialidad de medicina de buceo e hiperbárica en las Escuelas y Universidades asociadas a la Armada de ese país.

Su profesionalismo y carácter lo han llevado a participar como especialista en algunos episodios de rescate de gran impacto social en el país. Ayudó en las tareas de salvataje submarino en el área de Talcahuano luego del terremoto y posterior tsunami en 2010; supervisión de los aspectos médicos y de seguridad en superficie en la Operación de Rescate “San Lorenzo” de los 33 mineros en Atacama y, un año más tarde, de la recuperación de los restos de la aeronave CASA 212 de la FACh accidentado en el Archipiélago de Juan Fernández.

El doctor Llarena es uno de los líderes en esta área en Chile. Actualmente, está a cargo de los cursos de manejo de trauma ATLS y PHTLS del Capítulo Chileno del American College of Surgeons y trabaja en el Centro Médico Oxígeno de Quillota, uno de los tres recinto del país dedicado a la medicina hiperbárica de pacientes ambulatorios con necesidades en las áreas de la medicina física y rehabilitación.

Para conversar sobre su experiencia y las bondades que ofrece la baromedicina, el doctor Andrés Llarena Astudillo se entrevistó con SAVALnet en la ciudad de Quillota.

- Doctor Llarena, para iniciar esta conversación, nos podría comentar ¿qué es la medicina hiperbárica?

La medicina hiperbárica la podemos definir a través de sus dos vertientes. Una, es la medicina del buceo, con todo lo que ella implica. Y la segunda, es la oxigenoterapia hiperbática (OHB), que utiliza la fisiología del buceo para ayudar, de manera transversal, no a los buzos, sino que a diversas patologías utilizando el oxígeno a dosis altas en un ambiente presurizado, como un verdadero fármaco.

- ¿Dónde comenzó a desarrollarse esta disciplina y a partir de qué tipo de experiencias?

Esta disciplina nació en el Hemisferio Norte, de manera importante en Europa y Estados Unidos. En otras áreas, Asia y Europa han logrado equiparar el trabajo que realiza Estados Unidos. Sin embargo, en este caso no ha sido así. Los norteamericanos producen el 80 por ciento del conocimiento, investigación y experimentación en el área de la medicina hiperbárica y de buceo, pero por sobre todo en oxigenoterapia hiperbárica, donde la principal herramienta de trabajo terapéutico es una cámara hiperbárica.

- ¿Cuáles son las principales características de la cámara hiperbárica? 

Se trata de un habitáculo que tiene características bien básicas y esenciales: tolera presión por dentro, por lo tanto es hermético, y es capaz de soportar presiones mayores a la atmosférica para lograr un ambiente hiperbárico. Las hay de diferentes tipos y formas, pero la tendencia actual se encamina hacia la comodidad, hacia el bienestar del usuario. 

- ¿Qué experimenta el paciente dentro de ella?

Dentro de esta cámara presurizada se aumenta la presión ambiental por encima de la atmosférica hasta llegar a, lo que nosotros denominamos, una “presión de trabajo”. Una vez lograda, a los pacientes se les administra oxígeno a través de una mascarilla facial, concretamente por sobre 1,4 atmósferas absolutas. El resto lo hace la física newtoniana simple aplicada. Lo que logramos dentro de la cámara es entregar casi 2,5 veces la cantidad de oxígeno que le administran a una persona cuando llega a un box de urgencia, durante cerca de 80 minutos. Esa enorme y masiva cantidad de oxígeno es capaz de difundirse por todo el organismo, llegando a lugares donde normalmente no lo hace. El objetivo de las terapias de oxigenación hiperbática es que todo el sistema, esté en exceso oxigenado. Por lo tanto, es absolutamente transversal.

- ¿Cómo actúa la oxigenoterapia hiperbárica en el organismo?

Frente a un proceso inflamatorio leve, moderado, severo, agudo o crónico se desencadenan otros procesos tendientes a reparar el daño producido. Esos sistemas involucrados –cuando hablo de sistemas, me refiero a todos, incluso a los de alarma- para activarse dependen de que exista suficiente oxígeno. Por ejemplo, en una fractura, el tejido óseo debería comenzar a enviar alarmas bioquímicas, las que van a moverse dentro del sistema para avisar a la médula roja de ese hueso que produzcan células madres y las redirija. Esas alarmas no se van a producir de manera oportuna y adecuada, solamente porque no existe la tensión parcial tisular de oxígeno mínima necesaria. Al mismo tiempo, los sistemas de reparación locales, puntuales, regionales no funcionan bien, porque tampoco existe la cantidad de oxígeno necesaria. Máxime si se ha deteriorado, cortado o interrumpido la red capilar, que transporta oxígeno. La administración de oxígeno a altas presiones hace que éste se disuelva en el plasma, siguiendo una ley física, porque la tensión de oxígeno arterial pasa a ser igual que la venosa, lo que es aprovechado por los tejidos, sin necesidad de contar con la presencia de glóbulos rojos. El oxígeno es el verdadero combustible de los sistemas. Es aquello que falta para que se produzca una verdadera sinfonía dentro del organismo humano y aportado en condiciones hiperbáricas es uno de los pocos agentes que puede modificar el curso de un proceso defensivo, reparativo o reconstructivo.

- ¿Cuándo llegó a nuestro país y quiénes fueron sus impulsores?

En el área de medicina de buceo de la Armada la medicina hiperbárica se está trabajando hace mucho tiempo. Chile tiene cámaras hiperbáricas y gente que se dedica a ella, sin ser especialista necesariamente, hace 50 años. Pero, como te dije, ese desarrollo se dio con respecto al buceo naval. Ha habido muy pocos representantes, entre ellos los doctores Alfredo Cea Egaña y Antonio Felmer Aichele. El primero experto en medicina de inmersión y una eminencia en temas subacuáticos. El falleció en mayo de este año y, probablemente, sea él el pionero. El doctor Felmer, quien también falleció, fue fundador de la Sociedad de Medicina Hiperbárica y Subacuática de Chile y dentro de sus logros está el haber desarrollado cursos de capacitación en la prevención de accidentes de buceo en la acuicultura, junto con el desarrollo de protocolos y tratamientos de patologías clínicas. 

- ¿Cuál es el grado de desarrollo de esta especialidad en Chile?

Es un área de la medicina que aún está poco desarrollada en el país. Sólo hay tres centros medicina hiperbárica en Chile. No estoy hablando de cámaras hiperbáricas aisladas, porque hay muchas. Como centros establecidos está el del Hospital del Trabajador de Santiago en el Parque Bustamante, el del Hospital Naval de Viña del Mar y Centro Médico Oxígeno en Quillota. No hay otros que tengan equipos médicos asociados a los tratamientos y operación de cámaras hiperbáricas. No tenemos ninguna universidad que imparta siquiera un postgrado orientado al tema. Hicimos esfuerzos el año pasado para enseñar qué es esto, porque hay quienes piensan que esto no es ciencia. Esto es fisiología humana, es medicina. Hace un par de semanas atrás apareció un artículo muy interesante que escribe un especialista en medicina hiperbárica en Estados Unidos, quien plantea que el principal detractor de la medicina hiperbárica es la FDA, que hace décadas ha estado en contra de la medicina hiperbárica, 

- Y eso por qué...

Porque los resultados de la medicina hiperbárica son tan formidables y espectaculares que son un riesgo para la medicina tradicional, por eso se la desprestigia. Yo concuerdo plenamente con esta conclusión. Pero, una vez más, son los propios pacientes quienes la están reivindicando, porque han visto las bondades de la terapia con oxígeno. Esta terapia tiene bastante evidencia. Tenemos que trabajar para que el cuerpo médico la conozca y crea en ella, porque los beneficios para los pacientes son enormes.

- ¿Existe alguna contraindicación para esta terapia?

Las hay. Dentro de las contraindicaciones tenemos las relativas y las absolutas. Las primeras son cada vez menos, trastornos conductuales, esquizofrenia, trastornos psiquiátricos o el uso de marcapasos. Dentro del segundo grupo se encuentran, por ejemplo, neumotórax sin tratamiento, embarazo, epilepsia sin medicación adecuada y algunas drogas que se utilizan en quimioterapia. Si algún paciente está con quimio, normalmente, esperamos a que termine con ella, porque con la masiva oxigenación algunos fármacos forman metabolitos activos que producen arritmias severas. Pero, en términos generales, tiene muy pocas contraindicaciones.

- Por último doctor ¿qué pacientes se pueden beneficiar con esta terapia?

Es mucho más fácil que te diga cuáles son las especialidades que no se benefician de ella, porque es absolutamente transversal. En este momento en Oxígeno estamos realizando una experiencia abierta a la comunidad, a través de la atención primaria, para pacientes con pie diabético. Todas las semanas vienen seis pacientes. Gran parte de ellos ya van en la sesión número 20 y hemos visto muchos cambios y mejorías, no sólo físicas, sino que también anímicas, algo que también han podido evidenciar los profesionales de la APS que trabajan con ellos y sus familias. Es tan transversal, desde el punto de la fisiología y de la fisiopatología, que permite atender a todos y colaborar con la recuperación en muchas patologías: pie diabético, heridas crónicas, isquemias agudas, fibromialgia, úlceras en piernas y pies, anemia aguda, consolidación de fracturas, entre otras.

Por Carolina Faraldo Portus

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