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En 1785, el aeronauta francés Jean Pierre Blanchard dejó caer un perro equipado con una especie de paracaídas desde lo alto de un globo aerostático. Luego, en 1793 aseguró haber realizado el primer descenso humano. A partir de ese entonces, los paracaídas se convirtieron en un elemento habitual del equipamiento de los pasajeros en globo, y después de la Primera Guerra Mundial se adoptaron como sistemas de seguridad para los pilotos y pasajeros de los aviones.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la altura de vuelo que conseguían estos aparatos era pequeña y estaban diseñados de manera que se abrieran automáticamente al saltar del avión de transporte. Con el pasar del tiempo, los paracaídas se han utilizado para dejar caer equipamiento pesado, como tanques, camiones y cañones.

Luego, en la década de 1970 el paracaidismo deportivo se hizo muy popular gracias a un sistema de liberación rápida, basado en la utilización de tres anillos o aros, diseñado por el ingeniero Bill Booth, el que permitía a cualquier persona practicar el deporte fácilmente.

En conversación con la doctora Zamorano, nos cuenta cómo llegó a participar de este mundo del paracaidismo- actividad considerada por muchos, como riesgosa- y cómo ha influenciado en su vida y en su camino como pediatra.

- Doctora, cómo llega al paracaidismo

El primer acercamiento fue cuando vi por las redes sociales las fotos de un amigo saltando en paracaídas, en ese momento sentí algo interno que me movió a investigar más sobre el tema y partí al lugar donde se reunían y así, sin pensarlo, realicé ese mismo día mi primer salto en tándem, que es cuando saltas acompañado por un instructor. Salté dos veces, esto fue un miércoles, ya para el viernes me encontraba inscrita en el curso, así comenzó toda esta locura.

- ¿Y qué recuerda de ese primer salto?

La verdad es que nunca tuve vértigo, sentí libertad, adrenalina. También se debe a que iba acompañada por un excelente instructor, quien me decía a cada minuto que disfrutara de la experiencia, la vista, las sensaciones y emociones. Ya para mi primer salto sola, fue genial, claro, uno va pensando en la técnica y en lo que debe de hacer, pero también existe ese punto en el que dices “estoy volando” y es algo indescriptible.

- Suena irónico que una doctora, quien promueve el cuidado y la salud, realice una actividad tan arriesgada…

Eso dicen muchas personas, pero lo cierto es que la buena salud también está ligada a la felicidad y a que uno se sienta bien consigo mismo. Ahora, técnicamente hablando, si uno sigue todas las instrucciones no hay peligro, además, se cuenta con paracaídas de reserva, es difícil que pase algo, a los que les ocurren cosas son los que hacen trucos más arriesgados.

- ¿Tiene cuenta de cuántas veces ha saltado?

460 veces en tres años y medios, y eso que es poco. Pero para mí es desafiante y excitante cada vez que lo hago.

- ¿Se necesita de algún clima, viento o temperatura específica para hacerlo?

Claro, no puede estar lloviendo, ni nublado. Hay que pensar que somos un grupo de personas que saltamos a 4000 metros de altura, por ende tenemos que tener buena visibilidad para evitar choques entre nosotros y tener buena visibilidad del lugar de aterrizaje, imagina que vamos a 250 km por hora cayendo.

- Supongo existen contraindicaciones…

Sí, todos necesitan de cierta manera una revisión técnica, es decir, un examen de sangre, un electrocardiograma, para los hipertensos un test de esfuerzos, etc. La verdad es que de afuera se ve algo bastante arriesgado pero una vez que lo haces te das cuenta que tampoco es tanto. Pero sí es importante que estas actividades llamadas extremas, vayan acompañadas de una buena salud tanto interna como externa, porque aunque uno crea que es solo tirarse, el cuerpo trabaja todos sus músculos.

- ¿Qué significa para usted el paracaidismo hoy?

Es mi terapia anti stress, es lo máximo, además hay otros doctores y se ha formado un grupo muy entretenido, le decimos la fábrica de felicidad, qué más puedo decir.

- Para cerrar ¿cómo podemos invitar a los lectores a participar de esta actividad?

Primero, recalcar que es algo muy recomendable, es la mejor terapia anti stress y se puede ir tanto como pasajero con un instructor o solo. Siempre digo, lo único malo es que les va a gustar demasiado y van a querer volver, se harán adictos. Pueden encontrarnos en la página www.skydiveandes.cl y también hay una fan page en facebook con el mismo nombre. Estamos en Melipilla y la verdad es que hemos formado un grupo muy rico y fraternal, por lo que el que quiera sumarse el cordialmente bienvenido.